Leía, porque aquello le hacía sentir humano.
Sus amigos siempre le preguntaban por qué no leía nada "divertido", y en su lugar se enfocaba en los clásicos o las novelas sin elementos fantasiosos de por medio.
¿Por qué iba a querer eso, cuando ya tenía bastantes problemas lidiando con ser un hombre lobo?
Por esa misma razón, cuando Sirius le regaló para su cumpleaños número doce, un libro con un lobo en la portada; agradeció con algo de recelo.
Examinó la carátula y fingió una sonrisa (de esas con las cuales tenía tanta experiencia), porque se trataba de su mejor amigo, pero no leyó aquel libro hasta varias décadas más tarde. Todos se olvidaron del regalo, incluido él. Remus decidió disfrutar de la fiesta, los dulces y las sonrisas.
Recogió el empolvado libro desde debajo de la estantería, y lo examinó con detención: Era lectura muggle, ya que el autor, Lupin lo conocía, gracias a los libros que su madre le compraba. Se preguntaba como Sirius, de doce, pudo adquirirlo sin meterse en problemas.
Bueno, no tantos problemas, porque siempre se metía en alguno.
Sonrió y limpió el texto, luego se sentó en su sofá, con su taza de café recién servido y sus lentes de lectura. Era muy tarde para un café, pero demasiado temprano como para irse a la cama. Esperaba el regreso de Sirius, siempre a esas horas, porque ahora que Harry había vuelto a Hogwarts, le tocaba esperar solo a Sirius.
La lectura era rápida y fluida. El autor no se enfocaba en los detalles más mínimos y pasaba a la acción. Lupin, en menos de una hora, llegó a la mitad del libro, momento idóneo para levantarse e ir a rellenar su taza, ahora con té.
Escuchó la puerta abrirse cuando le faltaba el último capítulo. Levantó la vista para advertir a Sirius que llegaba cansado, con varias bolsas en las manos, y una imborrable sonrisa socarrona. Devolvió sus ojos al libro, tratando de fingir indiferencia.
Sirius soltó las bolsas en la entrada, y sin importarle el orden de la casa, que Lupin intentaba mantener, fue corriendo a saludar a Remus; rodeando su cuello con ambos brazos e interrumpiendo su lectura sentándose en sus piernas, en busca de una ansiada atención.
—¡HOLA! ¡Llegue! —exclamó Sirius cerca de su oído—. ¿Me escuchaste? ¡Llegue a casa!
Frustrado, porque la conclusión del libro no estaba dirigiéndose en la línea que Lupin deseaba, miró furioso a Sirius, que cerró la boca y se quedó así, hasta que Lupin terminó el texto, sintiendo un gran vacío en el estómago.
—Hola.
Haciendo un mohín con los labios, Sirius agarró el libro y entrecerró los ojos. Le quitó a Lupin sus gafas, y presionó sus dedos dentro de la caballera de Remus.
—¿Qué pasó? ¿Murió alguien? ¿Murió el lobo?
Lupin lo miró y se lamió los labios, sin responder nada. Sirius lo besó, ansiosamente y sintió como Lupino asentía, mientras pensaba que algo se le estaba pasando, pero no se acordaba. No fue hasta que por accidente dejó caer el libro y por el rabillo del ojo, se percató de la dedicatoria. Al instante se detuvo de besar a Lupin y agarró el texto de nuevo.
—¿Así que con dedicatoria? —cuestionó Sirius, poniendo su mano encima de Lupin que quería decir algo— ¿Fue alguna de tus alumnas del año pasado? Tal vez... Vamos a ver a la jovencita enamorada detrás de esta carta de amor.
Detrás de la mano de Sirius, Lupin comenzó a reírse con fuerza al ver, como el rostro de Sirius comenzaba a colorearse, al mismo tiempo en que se le humedecían los ojos. Cuando terminó de leer la dedicatoria se escondió en el pecho de Lupin murmurando una sola cosa:
—Mentiroso, tú me dijiste que lo habías leído...
"Querido Remus:
Eres muy aburrido o soso, o alguna palabra que sea sinónimo de y que tú sepas. James y yo concordamos en lo mismo, por eso creo que te vendría bien un poco de aire fresco. Te compré este libro porque la portada me pareció muy chula. La dependienta fue agradable, en todos los sentidos de la palabra, y me dijo que era interesante. No me acuerdo de su nombre, era algo como Linda o Lisa, de cualquier modo te caería espectacular; porque todo el mundo te cae bien.
Supongo que las dedicatorias son más breves que esto, lo siento, no soy bueno para cosas muggles. Le pregunté a Lily y me dijo que esté sería un bonito regalo. (Cuando ella no está con Quejicus, es muy divertida) ¡Así que espero que te guste este libro, para que dejes de leer esos libros taaaaan viejos! (aunque sea por un tiempo)
Sirius."
『 °*• ღ •*°』
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¡Hola!
Hoy (30 de junio) es mi cumpleaños, así que decidí comenzar a publicar este longfic que terminé de escribir hace poco ¡Espero sea de vuestro agrado!
Hace tiempo y, en especial después de leer ATYD, me dieron unas ganas inmensas de escribir algo sobre los merodeadores. Una historia que comenzó con nada más un par de relatos, acabó convirtiéndose en un fic de 46 caps. XD
Solamente me queda decirte, que si te ha gustado este capítulo, lo apoyes con voto, comentario y/o compartiendo este fic con tus amigos o conocidos. Que eso me ayuda un montón. ¡Muchas gracias!
THE_MACHINE
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Nuestro Precioso Hogar (Merodeadores)
Fanfiction𝐖𝐨𝐥𝐟𝐬𝐭𝐚𝐫/𝐉𝐢𝐥𝐲 «-𝐸𝑙 𝑟𝑒𝑠𝑡𝑜 𝑛𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑏𝑎 𝑎 𝑙𝑎 𝑎𝑙𝑡𝑢𝑟𝑎 𝑑𝑒 𝑚𝑖́ 𝐿𝑢𝑛𝑎́𝑡𝑖𝑐𝑜 ¡𝐓𝐞 𝐚𝐮𝐮-𝐦𝐨!» Su historia ya concluyó, sin embargo, aquello no significa que no haya que contarla. Relatos individuales de los mer...