Ur Just Horny ▬▬ l.s ✓

01

¿TIENES ALGO QUE ME AYUDE A DORMIR?

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Louis cerró los ojos, tratando de encontrar un momento de paz. No deseaba dormir, simplemente quería descansar, pero no podía hacerlo. No con Harry ocupando cada rincón de su mente. La imagen de Harry, tan viva y presente, no le permitía relajarse.

Harry salió del baño con el cabello húmedo, envuelto en una toalla que apenas cubría su cuerpo. Se asomó por el borde de la puerta del dormitorio, mordiéndose ligeramente el labio inferior al ver a Louis descansando sobre el diván. Tomó una profunda respiración y, armándose de valor, salió de la habitación, moviendo las caderas con una gracia natural.

Encendió las luces, y Louis se incorporó de
inmediato para ver qué sucedía.

-Perdona... ¿Te he despertado? -preguntó Harry con un tono angelical.

Louis lo observó detenidamente antes de responder. Sus ojos recorrieron el cuerpo de Harry, envuelto en esa toalla que él mismo había usado tantas veces. La idea de que la toalla ahora llevaba el aroma de Harry lo hizo estremecerse por dentro.

—No, no estaba dormido -respondió Louis, sentándose en el diván y frotándose los ojos.

Esto no era un sueño de los que solía tener, aquellos que lo despertaban excitado. No, era la realidad, y Harry estaba allí, frente a él, con gotas de agua aún recorriendo su piel.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Louis, tratando de mantener la calma.

-No tengo sueño... —susurró Harry, aunque sabía bien que estaba allí por otra razón.- Así que decidí tomar un baño... -Harry sacudió ligeramente su cabello hacia atrás. La vista de Harry así, recién salido del baño, hizo que el miembro de Louis se erectara al instante-. Pero me ha despertado más -admitió Harry, sonriendo de manera que hizo sonreír a Louis también, aunque por dentro estaba más caliente que nunca-. ¿Tienes algo que me ayude a dormir?

Louis pensó en una respuesta atrevida, pero se contuvo.

–Busca en la cocina —dijo, señalando hacia el pequeño espacio.

Harry asintió y caminó delante de Louis hacia la cocina. Louis se relamió los labios ante la vista del perfecto trasero de Harry, empapado y envuelto en la toalla. Quería voltearlo y hacerlo suyo en ese mismo instante, allí mismo en la encimera de la cocina o en cualquier lugar.

Harry le provocaba de maneras inexplicables.

Solo pensar que lo tenía allí, para él y solo para él, pero que aún no lo había hecho suyo, lo excitaba de infinitas maneras. Quería tocarlo todo, hasta el último milímetro de su piel, abrirle las piernas y saciarlo hasta escucharle gritar su nombre.

Harry encontró una pequeña caja de pastillas para dormir en un estante alto. Al intentar bajarla, sintió las manos de Louis sujetando sus caderas.

Un gemido suave salió de sus labios.

-Tengo algo que te hará dormir mejor... -le susurró Louis al oído, envolviéndose en el aroma del cabello de Harry.

-¿Qué? -preguntó Harry, su voz debilitada por la cercanía de Louis. Su plan estaba dando resultados. Soltó la caja de somníferos, dejándola caer al suelo.

Louis lo volteó hacia él, mirándolo a los ojos.

-Yo -dijo Louis antes de besarle los labios.

Sus manos apretaron el cuerpo de Harry contra el suyo, y Harry pudo sentir la enorme erección de Louis a través de sus pantalones.

Otro gemido escapó de sus labios mientras
correspondía al beso.

-¿Lo sientes? -preguntó Louis con voz ronca.

—Sí... –respondió Harry, bajando la mirada.

Louis estaba tan duro como una piedra. Sus manos descendieron por el torso de Louis hasta llegar a su cintura.

-Tócalo. Vamos... -rogó Louis.

Harry, aunque nervioso, cedió y acarició la punta de la erección de Louis. Nunca había hecho algo así antes, siempre le había parecido desagradable, pero con Louis, todo había cambiado. Primero lo acarició suavemente, escuchando los gemidos roncos que Louis soltaba.

-Dios mío... quiero hacértelo... -dijo Louis antes de devorarle la boca, mezclando su lengua con la de Harry.

-Hazlo... -murmuró Harry, entregándose por completo al momento.