A la mañana siguiente Jisung se había levantado temprano, había preparado el desayuno para todos y le mandó un mensaje a su hermano para rogarle que lo sustituya en la reunión que tenía en unos minutos, por suerte él aceptó.
Cuando estuvo todo listo corrió hacia la habitación de su omega y le besó pasientemente todo el rostro, claramente con la intención de levantarlo.
—Jinnie —Besó su mejilla —Vamos, gatito.
El omega gruñó levemente y empujó sin mucha fuerza el rostro de Jisung, el cual sonrió de pura ternura.
Bien, quizás necesitaba ayuda.
Caminó hacia la habitación de las cuatro alfas y primero despertó a la bonita Bahiyyih, la cual le sonrió encantada al verlo.
—Hola oppa.
—Hola Bahiyyih, ¿me ayudas a despertar a tus hermanas?
La niña asintió y saliendo rápidamente de su cama, se dirigió a la de Haewon, saltando encima de ella.
Jisung rió y fue hacia Dayeon, la cual al verlo gruñó.
—¿Aún sigues aquí?
—Buenos días a ti también.
—Sí, claro, buenos días.
—He preparado el desayuno.
—Felicidades, ya eres todo un adulto —Su tono burlón no fue desapercibido por el mayor, pero decidió ignorarlo.
—Jinnie no quiere despertar, ¿puedes ayudarme?
Dayeon sonrió ante la idea de ver a su bonito papá Hyunjin dormir.
—No, se ve lindo durmiendo.
—Sí, pero tiene que ir a trabajar, no queremos que lo despidan, ¿verdad?, a él le gusta su trabajo.
Sí, a su papá le gustaba mucho su trabajo.
—Está bien, pero quiero una tostada extra, espera, ¿hiciste tostadas, verdad?
Jisung asintió
—Con mermelada de fresa, sólo para ti.
—Bien, entonces sí.
Cuando las cuatro niñas estuvieron despiertas y con las caritas limpias, junto al alfa se dirigieron a la habitación del omega y sin dudarlo mucho las niñas se tiraron sobre su padre y comenzaron a llenarlo de besos mientras le pedían que se levantara.
Pareció funcionar ya que con una radiante sonrisa, Hyunjin se levantó.
—Hey, hola.
—¡Buenos días papá! —Las cuatro niñas gritaron al unísono.
—Jisung oppa preparó el desayuno —Chaehyun le informó
Entonces Hyunjin miró a Jisung, el cual se encontraba cargando al bebé que se había despertado con el griterío de sus hermanas. Ambos se sonrieron y Jisung no dudó en acercarse y darle un beso casto en los labios.
—Que asco, no hagan eso delante mío —Dayeon gritó.
Para cuando Hyunjin logró salir de la cama, todos se dirigieron a la mesa donde el desayuno ya estaba servido y aunque el omega le dijo a Jisung que no hacía falta que haga todo esto, él lo calló con un nuevo beso.
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Hyunjin suspiró al terminar la llamada.
—No logro encontrar a alguien quien las cuide.
Jisung miró al bonito omega delante suyo y no pudo evitar robarle un rápido beso.
—¿Algún amigo?
Hyunjin negó, no quería decirle al alfa que no tenía amigos, eso era patético.
—Creo que tendré que faltar hoy.
Jisung negó rápidamente.
—No, no puedes hacer eso, amor, yo puedo cuidarlas.
—¿Tú?, pero tienes que trabajar también.
—Puedo hacerlo desde casa.
—No Sunggie, ellas son muy imperativas y Sun necesitaba mucha atención, no te dejarán trabajar tranquilamente.
—Puedo con eso, además, necesito de acostumbrarme, ¿no crees?
Hyunjin se ruborizó ante la insinuación del alfa.
—Supongo que sí —Murmuró avergonzado.
—¿Ves? Las llevaré a mi departamento, puedes ir ahí cuando salgas del trabajar.
—¿Seguro?
—Claro que sí, sé que puedo, nací con instinto de papá alfa.
Hyunjin rió.
—Bien, papá alfa, pero cualquier problema me llamas.
