CAPÍTULO 9: Dialogando entre lágrimas.

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Cuando estaba en mi habitación, Amira vino y me pico a la puerta.
Le dije que entrara, pero antes de terminar de limpiarme las lágrimas ella entró, me vio llorando y mal.
Cerró la puerta, pidió que no entrara nadie y acto seguido se sentó en mi cama, a mi vera.
Antes de empezar hablar, me abrazó y me recordó lo mucho que me quería, y lo importante que era para ella.
Posteriormente me dijo:
-"Deva, tata, no hace falta que dejes de llorar, porque yo también quiero llorar contigo porque eso es amor de hermanas, amor en una palabra. Y eres mucho para mi, y me tienes preocupada, por favor hablemos sobre cómo te sientes".
Eso me transmitió mucha confianza, así que empecé a desahogarme con ella, le dije como me sentía...
Y ella me dijo cómo se sentía ella, la intenté ayudar lo máximo que pude, y todo, definitivamente ella se sentía mejor, y yo por una parte también ya que había podido ayudar a mi propia hermana cuando estaba en mis peores momentos conmigo misma...
Yo seguía estando muy mal, pero Amira ya estaba mejor, así que le dije que no era nada importante, que lo que le conté era todo (que me había enfadado conmigo misma) era cierto me enfadé conmigo misma, pero no era eso solamente.
Mi estado de ánimos seguía estando por los subsuelos, así que por el grupo que tenemos toda la familia (madre, padre, Amira y yo) dije que si podíamos reunirnos todos un momento, al momento me respondieron todos, así que nos reunimos en mi habitación.

Mi estado de ánimos seguía estando por los subsuelos, así que por el grupo que tenemos toda la familia (madre, padre, Amira y yo) dije que si podíamos reunirnos todos un momento, al momento me respondieron todos, así que nos reunimos en mi habitación

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