COLAPSO MENTAL
Steel
Noviembre 7, 07:00
Miento si digo que no había esperado este momento toda mi vida, ese donde cae la máscara y muestras la verdad, todo, tu, porque si me preguntas a mi, Steel Hoffmann-Marchetti quien soy te responderia con mucha honestidad que la gente suele tomar como chiste o broma, cuando no lo es, y por años dije que era, lo demostré en ocasiones y la mayoría lo tomo como algún tipo de gracia que se usa solo cuando estás tan asustado de saber que hay gente como yo en el mundo y prefieres vivir en una mentira, una célula de amor y paz donde crees que no puedes ser danado, pero la verdad es que si y por mas que quieras tapar una herida con una venda, tarde o temprano va a sangrar como la primera vez...
Yo ya no lo vendo, no lo curo, y solo lo observo sangrar embarrando a todo el que me hace enojar, vaciando todo el calvario en todo el que aparezca. De forma mínima o mayoritaria.
—¿Listo? —pregunta Stark y tal vez para mucho no haya sufrido, tal vez para otros que ven todo desde fuera no saben que Stark se drogo la primera vez porque quería protegernos, proteger a Sunshine, fue la armadura en su momento y le jugaron de forma sucia la segunda donde dañaron a Sunshine incluso después de que el hiciera todo lo que le obligaron.
—Si. —digo postrándome delante de la cámara que me enfoca de forma borrosa, los píxeles se acumulan en mi rostro, fondo gris, tengo bolsas debajo de los ojos, el cabello desordenado, con rastros de sangre y la cara ligeramente pálida.
Pero de pie.
Capto el punto rojo en la cámara que indica que la transmisión ha comenzado, mis reflejo es vacío, como el de un fantasma que ha estado deambulando por mucho tiempo.
Pero se acabo.
Mis ojos viajan el número que sube con rapidez, 20,000, 56,000 y el número se hace más alto mientras a la cifra se le van agregando números, todos los dispositivos, Stark sigue detrás de la cámara mientras yo sigo en silencio pestañeando y observando el número creciente.
Poder, esto es un tipo de poder, tener a cada persona alrededor del mundo, los siete continentes expectantes a que yo abra mi boca, como el amo que ordena e impone a su gusto, como el amo que soy. Mis ojos se centran en la pantalla por un tiempo indefinido mientras me imagino el asombro, el temor que conlleva que yo abra mi boca en este momento.
—El que no conoce a Dios, a cualquier santo le reza. —susurro con voz gruesa, sin apartar los ojos del punto negro que me enfoca y que me hace sentir cada vez mas grande, como si mirara a los ojos a cada 643,391 personas frente a mi.
Cierro los ojos un segundo, saboreando el sabor del poder que dejo ver despues de tenerlo detrás de una cortina negra, me imagino a cada cabeza girando a las grandes pantallas de Time square, Las Vegas donde la gente que debió pasar toda la noche tomando y bailando debe estar saliendo de la discoteca, preguntando quien tenía tanto poder para aparecer en cada pantalla grande, como tambien esta pasando justo ahora en Japón a horas de diferencia de aquí, en cada estación del tren en Berlin, en cada pantalla italiana, en el holograma sobre el Big Ben de Londres, en el capitolio de Washington...