Déjenme contarles una historia, pero no una cualquiera,si no una que se sitúa en las más calorosas y peligrosas arenas del desierto, donde en un descuido, puedes perderte, entre todo aquel lugar un reino había, donde el sultán era muy bien respetado...
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El llegar al Harem no fue de su gusto, todo mundo le veía con curiosidad y una que otra mirada de horror, no entendió el por qué hasta que llegó a su respectivo lado del harem.
Yosano examinaba su cuerpo, mientras Naomi moría de ternura, Mizuki le miraba intentando recordar algo y Gin simplemente le veía.
— ¿Me estás diciendo que un Tigre de una lámpara te convirtió en mujer por capricho?
—Sí, ¿sigues sin creerme?
—No es que no te crea, pero si no es tu genio entonces ¿cómo te cumplió un deseo?
—Nunca se lo pedí, el desgraciado lo hizo por sí solo para joderme las bolas.
—Que por cierto ya no tienes —Dijo Yosano— todo es exactamente al de una mujer.
— ¿Me lo juras? —Dijo con sarcasmo— solo durará una semana no sucederá nada.
—Pareces muy familiarizado con estar así.
—No es...
— ¡Ahora recuerdo a quien te pareces!
— ¿De qué hablas Mizuki? —dijo Naomi.
— ¿Acaso no recuerdan a esa chica altanera?
—Oh hablas de Teruko Okura.
Chuya se tensó y desvío la mirada incómoda, mientras apretaba una de sus muñecas.
—Ahora que lo mencionas es verdad Chuya tiene cierto parecido mucho en realidad, aunque Teruko era hija del ladrón del palacio, eso dicen.
—Son solo especulaciones —dijo Gin.
—Pues puede que sí, pero eso no significa que no pueda ser verdad, además Paul era...
Naomi no pudo completar su oración, ya que algo rompiéndose se escuchó Chuya había dejado caer un vaso que se hizo trizas estaba temblando solo una de ellas se dio cuenta de eso y decidió parar con esa plática.
—Deberíamos volver a nuestras actividades, Gin, Mizuki vayan a vigilar y Naomi ve a buscar algo de información.
Todas asintieron y se marcharon, Yosano miro a Chuya por un momento y le tocó el hombro.
—Deberías ir a ver los jardines y despejar tu mente, nadie puede decirte nada aún con esa apariencia, yo debo encargarme de Dazai, al parecer sucedió algo esta mañana que requiere mi ayuda, Kouyou está fuera de servicio por 3 días.
— ¿Dónde?
—Tranquila, ella está bien, solo son sus días para salir del palacio e ir a visitar a su familia, o los recuerdos de estos, está bien nadie se le ocurriría dañarla, por lo pronto ve a despejarte.
Chuya asintió y salió del lugar directo a los jardines, se colocó en una de las fuentes que había en el lugar y miró el agua unos momentos, para después tocar el collar que siempre portaba.
