Y acá estoy, mirándote desde las sombras y soñándote todas las noches. Esperando tu aprobación, esperando tu mirada, esperando tu sabor, esperándote a vos. Pero nada. Ni una mirada, ni un guiño, ni un asentimiento. Nada. Porque la ves a ella, porque la soñas a ella, porque la queres probar a ella, porque la miras a ella.
Como yo te miro a vos desde las sombras, vos la miras a ella desde tus sombras. Y como a vos te duele que ella no te mire, a mi me doles vos. Veo como tus ojos la siguen, como se iluminan de color noche, como brillan como las estrellas y como la desean como a la luna.