Abrí lentamente mis ojos intentando ser consciente de donde estaba. Vi una televisión en frente de mí, sobre una pared blanca. Miré mi abdomen, el cual estaba cubierto por una manta fina. No me encontraba con mi ropa, si no con una bata de hospital.
-Hmn. -murmuré, mirando a mi alrededor.
Vi una sombra borrosa acercarse a mí.
-Olivia, cariño. -reconocí la voz de mi madre.
De pronto comencé a ver con claridad.
-Mamá. -dije, abrazándola- ¿Qué pasó?
Vi su rímel esparcido alrededor de sus ojos y pensé que la razón es que habría llorado. Cerré los ojos al sentir el aroma de su perfume entrar a mis fosas nasales.
-Te has desmayado en el instituto.
Por mucho que costara de creer, no recordaba aquello. Recordaba haber ido al baño, me encontré con un chico del cual no consigo recordar su nombre, y luego.., nada. No se nada más.
-Dale las gracias a Nathan, fue el primero en verte y avisar a tu maestra. -Nathan, ese era su nombre.
De golpe dejé de pensar en aquello y una palabra invadió mi mente: Kit.
-¿Y Kit? -pregunté impaciente.
Mi madre me miró seria durante unos segundos y luego sonrió.
-Fuera. -musitó- Fue el primero en venir.
Una sonrisa se formó en mi rostro al pensar que se preocupó por mí.
-¿Puede entrar?
Mi madre asintió y seguidamente se levantó para abandonar la sala. Minutos más tarde, entró Kit con su semblante serio, pero en el fondo reflejaba preocupación.
-Olivia. -dijo acercándose rápidamente a mí.
-Kit... -dije, abrazándolo.
Me sonrió a medias y dejó un beso en mi frente.
-¿Como te encuentras? -me preguntó sentándose en una silla que había al lado de la camilla. Hice una mueca que él comprendió y asintió desviando la mirada.
Estuvimos un buen rato hablando, riendo o debatiendo temas sin sentido, hasta que entró un enfermero de mediana edad con una sonrisa.
-Buenas tardes. -saludó, dejando un plato en la mesilla que había a mi lado. En él había un vaso con agua- ¿Cómo te encuentras, Olivia?
Miré a Kit el cual me hizo un gesto para que hablara y sujeté su mano.
-Bien, mejor que antes, supongo. -respondí.
-Me alegro. Te dejo aquí un vaso de agua por si tienes sed. -inició e hizo una pausa- Esta noche la pasarás aquí, ya que tu tensión está baja y estás pálida exageradamente. Si mañana estás mejor te daremos el alta antes del mediodía.
Asentí y le di las gracias. Se despidió y salió por la puerta con una expresión de cansancio. Miré a Kit el cual se acopló en un sillón.
-No hace falta que te quedes si no quieres. -dije al notar sus intenciones.
-Oh, Olivia, claro que me quedaré. ¿Acaso lo dudabas? -me dijo irónico.
Reí y luego rodé los ojos.
-Kit, hablo enserio. Vete si quieres, mañana nos vemos.
-Yo también hablo enserio. Me quedaré y que no se hable más. -afirmó cruzándose de brazos.
Le agradecí sus intenciones y él dejó un beso en mi mejilla.
-Te quiero. -me dijo.
Iba a responder, pero algo me frenó. Mi corazón no quería callarse, pero mi mente si. Mi mente solo pensaba en todo lo que había pasado. En las discusiones, en Shopie, en nuestra ruptura y en nuestra relación. Y de nuevo, no respondí. Todos los progresos se habían ido al traste.
Holaaa.
¿Como estáis?
Mañana subo un capítulo más largo, hoy no tuve tiempo.
Estoy escribiendo una novela romántica que pronto estará disponible en mi perfil, para los que quieran leerla. Os hago un adelanto del título: Aquel primer invierno.
Pronto subiré el prólogo para que os hagáis una idea.
Gracias por las 10.6k de visitas. ¡Os amo!
Bye. <3
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Casualidad / Kit Connor
De TodoA veces las coincidencias no surgen por casualidad, algunas veces son más que eso.., ¿o no? Olivia, celosa por un chico el cual acaba de llegar a la escuela, se da cuenta de que lo que siente no son celos, son más que eso. Son fusiones de emociones...