𝟏𝟖: la nieve derretida sobre el camino

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—Sunoo

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—Sunoo.—Llamó Ni-Ki a su lado, sacudiéndolo un poco.

—Déjame dormir un poco más.—Murmuro y le dio la espalda.

Ni-Ki rodó los ojos y se estiró sobre la cama, recogió su suéter de lana del piso y se lo puso, bostezando un poco arrastró sus pies en el suelo mientras tenía puesto sus pantuflas de patitos. Bajo hacia la cocina con las manos en los bolsillos, tallando un poco sus ojos y quitando las lagañas de estos, bostezo un poco más hasta saludar a todos.

Ni-Ki tomó un poco de agua mientras quitaba todo rastro de sueño viendo que sus amigos estaban casi listos ¿Pero para qué?

—¿Irán a algún lugar?—Preguntó rascando su cabello y poniéndose su capucha para proteger sus orejas del frío mañanero.

—Iremos a comprar cosas del pueblo, ayer terminamos todo.—Explicó Jake contando las monedas de su billetera.—¿Vienes?

—Estoy cansado.—Se encogió de hombros.

—Ven con nosotros ¿Qué pasa si nos perdemos?—Se quejo Joohyun.

—Tienen a Jake, él conoce el lugar también.

—Si nos perdemos toda la culpa será para Jake.—Dijo Heeseung asegurando su chalina en su cuello.

—Y tienen todo el derecho de echarle la culpa.—Rió Ni-Ki.

Apenas las migajas de sueño iban desapareciendo de su cuerpo. Ayer había sido una noche larga; se la pasaron jugando con cartas y apostando cosas que tenían con ellos, Ni-Ki había perdido su baraja de Uno contra Heeseung, Sunoo había perdido las gomitas que había traído solo para él y Ni-Ki contra Jake. La noche de juegos se alargó tanto que subieron a sus habitaciones a las tres de la mañana; en sus habitaciones Sunoo y Ni-Ki en lugar de dormir comieron lo que quedaba de sus dulces; dulces que habían traído de contrabando, solo querían comer solos entre ellos. Luego de su pequeña merienda jugaron un poco con las cartas y cuando por fin el sueño les atrapó durmieron abrazados contra las mantas.

Ni-Ki se preparaba un café mientras veía a sus amigos alistar sus monedas y hacerse una lista para las compras, sonrió por lo bajo; ya que tendría la casa sola para él y Sunoo. Podrían besarse en todos los lugares sin que nadie les silbe y los haga avergonzar.

—¿Uh? ¿A donde van?—Una vocecita ronca y adormilada hablo desde las escaleras. Todos se voltearon para ver de quien se trataba encontrándose con un adormilado Sunoo que aún frotaba sus ojos contra el dorso de sus manos.

—Iremos al pueblo a hacer compras para sobrevivir los últimos días que nos quedan acá.—Explicó Heeseung.

—¡Yo también quiero ir!–Dijo, dejando de lado el claro sueño de ir aún cargaba consigo.

—Te esperamos.—Dijo Joohyun tirandose al sillón y fingiendo que iba a dormirse.

Ni-Ki dejó la taza de café que se estaba haciendo sobre la mesa y fue escaleras hacia arriba para dar con Sunoo. Su plan de tener la casa sola por quien sabe cuánto tiempo se desvanecía ante sus ojos como una vela. Al entrar a la habitación se encontró con Sunoo completamente cambiado con su ropa abrigadora.

cigarro acaramelado ♯݊ˢᵘⁿᵏⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora