Obsesión por ella (CACHE)

Capítulo 13

Daniela Calle

Mykonos, Grecia.

Parte 1.

Paso los dedos por el retrato de mi mesita de noche. La imagen desencadena un sin fin de sentimientos encontrados; Dolor, rabia, arrepentimiento.

Amo la foto de Jacob y yo sentados en la playa Coney Island, envueltos en una toalla azul, admirando las estrellas mientras la luna se esconde en el infinito.

Lleva cinco días sin hablarme, me esta doliendo su indiferencia. Son cinco años (Un año como amigos y cuatro como novios) donde hemos hablado noche tras noche (donde repite un "Te amo" en cada conversación).

Me estoy preguntando porque carajos no hago borrón y cuenta nueva. El mundo avanzando mientras yo sigo lamentándome por lo mismo. Fue un jodido desliz, ya esta...

Tomo el móvil marcando el numero de mi novio repitiendo el mismo patrón de todos los días, el teléfono timbra y timbra, sin embargo, no me contesta. Es lo que hace ahora, rechazar todas mi llamadas.

Nunca se había puesto así, nuestros disgustos tardan un día como máximo. Al final de la tarde, bajamos la bandera a la vez que arreglamos nuestras diferencias. Ahora... ahora parece que nunca jamas volverá a hablarme.

Me pego el móvil en la oreja e intento una ultima vez. No quiero seguir así.

– Hola– contesta. Siento que el alma me vuelve al cuerpo.

– Hola...– balbuceo– Pensé... que no... contestarías.

«¡Tonta!».

– No quería, pero temo que tu insistencia reviente mi buzón de mensajes.

Me olvido de lo que quería decir, tengo que pedir tantas disculpas que no sé por donde empezar.

– Lo siento ¿Sí? No debí llevarte la contraria sabiendo que te molestaría.

– Tu arrepentimiento no borra la falla.

Pego la frente contra la pared, esta actuando como su madre. Odio que tome esa faceta.

– No quiero que discutamos más– tomo aire– Aprendi mi lección, a las malas, pero la aprendí.

Estando aquí tengo que dar el primer paso.

– Te echo de menos.

Suspira al otro lado de la linea.

– También te extraño.

[...]

–¡No puedo creer que te vayas sola a Mykonos!– reclama Abi mientras empaca mi maleta.

Mi cama es un revoltijo de ropa, maquillaje, bolsos y zapatos.

– No voy por mi gusto, tampoco es un viaje de placer.

– Estar en un hotel de cinco estrellas con vista a una de las mejores playas del mundo, ¿No es placentero para ti?

– Sabes a que me refiero– apago el cigarro cerrando las puertas del balcón– No es divertido convivir con María José, a eso añádele que es un viaje de trabajo. Ya presiento las jaquecas, la torticolis y las pesadillas.

– Pesadillas con figura De Dios– se burla– Como quisiera ser tú, mi querida amiga, vas con todo pago.

Entro a la ducha quedándome varios minutos bajo el agua tibia. El viaje no empieza y ya tengo nudos en la espalda.

El vuelo es largo, así que opto por un conjunto de Adidas de jogger y hoddie. Me recojo el cabello en un moño alto en tanto calzo mis nuevas Forum Low.