Capítulo 2

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Essoh

Desde un principio supe a lo que me iba a enfrentar por venir a estudiar a otro país y no quedarme en Mahud ayudando a padre con sus quehaceres y como único heredero, más ahora que la situación está cada vez peor.

Padre tampoco quiso que me quedara.

Los enfrentamientos bélicos entre diferentes potencias son más violentos seguidos, padre se ha quedado resguardando los muros de nuestro país junto a los soldados del ejército, sin embargo, eso no quita el temor a que pueda pasar algo.

Es por eso que nos ha enviado lejos, mis otras hermanas fueron a diferentes partes del mundo y como parte de interinato de educación, debo prepararme bien, con los conflictos las universidades están cerradas tanto en Mahud como en África, es por ello que elegimos una de las mejores y es venir a Londres a estudiar, hay sedes de la universidad de Cambridge, Harvard, las he elegido las dos.

Curso once materias para seguir avanzando tan pronto como pueda, así pasarme a la siguiente, adquiriendo buenos conocimientos los cuales me permitan desarrollarme y desempeñarme en mis funciones de mandatario y empresario.

Soy el único varón de toda una dinastía, un milagro, el resto de la hermandad es femenino.

Están protegiendo mi identidad.

Aquí nadie sabe quién soy mis fotos no aparecen en los sitios web.

Las miradas reprobatorias se hacen notar al tener un negro en sus clases, las ignoro, no vine a perder el tiempo y menos a caerle bien a nadie, solo quiero estudiar, hay preocupaciones y asuntos que requieren más de mi atención.

Soy un chico de veintiún años recién cumplidos, estatura de metro ochenta y cinco, tengo mucho cabello, rizo, se peinan como quieren, mis ojos son de un azul pastel, facciones finas, ejército todos los días para mantenerme en forma.

Ojos azules.

Recuerdo a la hermosa chica de cabello rubio tan largo y revoltoso. Ella realmente es el significado de la belleza en todo su esplendor, fue la primera que no me habló mal en todo lo que llevaba preguntando, menos me empujó o pisoteó por tener un color de piel tan oscuro y diferente al suyo, al contrario, su risa es...melodiosa, tiene una gracia única, es un poco torpe, sin embargo, le da una chisma.

Madre se encarga de mi educación, ella me inculcó desde pequeño que es de mal ver estar analizando a las personas directamente, estudiar detalles sin disimular, yo no pude cumplir con esos principios inculcados, por el contrario, sin pena alguna me permití analizar a la hermosa amazona de cabello dorado ante mí.

Ojos brillantes, labios carnosos, facciones delicadas, figura perfecta, educada, relajada y jovial.

Presto atención a los apuntes que debo hacer, un papel golpea mi cabeza, prefiero hacerme el de la vista gorda y no sucumbir a las ganas que tengo de agarrar al muñequito de cristal que está haciendo eso y estamparlo en el escritorio.

Sin duda van a expulsarme con saña por ser negro y haber golpeado a uno de sus perfectos estudiantes de color de piel clara.

Las burlas siguen cuando acaba la clase y cada alumno se mueve a buscar la salida.

Recibo desechos como forma de humillación, empujones, prefiero esperar a que todos salgan, así evitamos contiendas y que mi ira se salga de control.

Ellos no saben de lo que es capaz un soldado del ejército de mi país. He sido entrenado por años para forjarme en quién seré a futuro, manejo armas, combate de cuerpo, sé muy bien como con un simplemente movimiento acabar con sus estúpidas sonrisas.

PRINCIPIOS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora