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-Ya te puedes ir, eh. -murmuré medio adormilada.

Kit bufó negando por millonésima vez.

-Ya te dije que no. -masculló.

-Es que me sabe mal...

Kit acomodó su cabeza en mi hombro y sujetó mi mano.

-Olivia, pequeña, quiero estar aquí. Quiero estar contigo.

Sonreí y le dice un hueco para que se tumbara a mi lado. Se subió a la cama y se acomodó conmigo. Sentía su respiración rozar mi piel, me provocaba escalofríos y unas ganas increíbles de abalanzarme sobre él y abrazarlo con más intensidad. 

-Estás muy pálida. Te veo estresada y te noté muy rara los últimos días... ¿Estás bien? -me preguntó.

Asentí desconcentrada y besé su mejilla.

-Kitty, estoy bien. Ya duérmete. 

Me miró levantando su cabeza y yo sonreí ante aquello.

-Habla conmigo, Olivia. -musitó- Necesitas hablar tus problemas con alguien. Guardártelos todos para ti puede ser demasiada presión, pequeña. -dejó leves caricias en mi espalda.

Negué exhausta y pasé mis manos por sus ojos para que los cerrara.

-Kit, estoy bien.

Entrecerró sus ojos y soltó un suspiro que se me hizo eterno.

-Júralo. -respondió secamente.

Abrí más mis ojos y miré a mi madre dormida en un sillón con la boca entreabierta. Negué, no podía mentirle, era Kit, mi Kit. Y no era capaz de hacerle eso, pero... ¿por qué?

-Kit, duérmete, venga. -bufé.

Negó dándome la espalda, pero no desenlazó sus dedos. Al fin y al cabo, siempre había una parte de él que seguiría a mi lado por.., ¿siempre?

---

-¡Joe! -exclamé.

Joe entró por la puerta de mi habitación y se abalanzó hacia mí con fuerza. 

Me habían dado el alta esta mañana y me encontraba descansando en mi habitación, con Connor a mi lado, y ahora con Joe abrazándome.

-¡Oliv! -exclamó apretujándome.

-Me ahogas. -dije entre risas como pude.

-Ups, sorry. -dijo, separándose.

Me sonrió y se sentó en frente de mí.

-¿Como estás? -me preguntó con cierta preocupación, pero que disimulaba con una sonrisa.

-Bien, bien. -dije, Kit me miró de reojo.

Pasamos la tarde viendo películas y comiendo palomitas, menos yo, que no podía debido a que no debía comer "cochinadas" hasta que pasara una semana. Dieron las 23:30 y Joe se levantó del suelo, ya que estaba tumbado, y se paró enfrente de mí.

-Bueno, parejita. -recalcó mirándonos- Me voy.

Asentí y me despedí de beso con él. Kit hizo lo mismo y Joe abandonó la sala.

-Tú también deberías irte. -dije. Kit negó sin mirarme y movió sus pies. -Kitty, venga. Llevas día y medio conmigo, a demás pareces aburrido.- Me miró incrédulo pero eso no lo incitó a hablar- Di algo, por favor...

-¿Que quieres que diga, pequeña? Llevo día y medio contigo porque me importas, porque te quiero y no quiero que te pase nada. No estoy aburrido, pero al parecer tu si. -musitó- Entiendo que... que no me quieras. Pero yo si lo hago y lo demuestro de esta forma. -dijo.

-Kit, esta conversación ya la habíamos superado. Si te quiero, ¿vale? Te... -inicié. Él enarcó una ceja mirándome- Te quiero. -mentí. 

Si, lo quería. Pero era mentira por el hecho de que trataba de convencerme de que lo fuera.



Holaaa.

Nada que decir, solo perdonadme que no haya subido capítulo ayer. Me vicié a ST 4. 

 Bye. <3














Casualidad / Kit ConnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora