Capítulo 46. En armonía.

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No estaba el auto de Rose ni el de Jeff. Y al entrar a la casa con Alec, las luces estaban apagadas y todo era silencioso. Sí estábamos solos. Sonreí satisfecha.

-¿tienes hambre? ¿quieres agua? -Proponía Alec al poner seguro a la puerta de la casa.

-No, estoy perfectamente. -Admití. Asintió.

-¿Y...quieres...ir a la sala o...arriba? -Preguntó él. Le sonreí un poco.

-Hace mucho no veo tu habitación ¿tienes libros nuevos? -Le pregunté sabiendo que su recamara era más bien una biblioteca personal. Él asintió de inmediato y me señaló las escaleras. Le sonreí y empecé camino arriba.

Entré a la habitación con Alec casi pegado a mis talones.

-Mm siempre me ha gustado aquí, es mi recamara de ensueño. -Decía yo pasando los ojos por las paredes de libreros.

-Sí...es...genial. -Decía Alec pasando los ojos por los libros también.

-Todo en mi novio es genial. -Dejé de darle vueltas al asunto. Me fui acercando a Alec, quien sonrió acercándose también. Ambos nos unimos en un pequeño beso de apenas dos segundos, y tras compartir una cómplice sonrisa, regresamos a un beso mucho más largo.

¿pasaría? Él se seguía acercando, yo me seguía acercando, quedando ambos muy juntos en el beso. Y aun ocupados en eso, escuché la puerta de la habitación cerrar. Abrí los ojos notando que, aunque Alec me besara de ojos cerrados, había usado su mano tras de él para cerrar la puerta, incluso le puso el seguro. Estábamos solos y aun así previno. Era obvio. Iba a pasar.

Me alejé un poco del beso tomándolo por las muñecas para acercarlo más a mí al ir retrocediendo. Nunca podría decirle con mis propias palabras que quería esta parte de él, pero mis acciones podían ser lo suficientemente claras.

Quedé con las piernas contra su cama. Seguimos con el beso y sin saber si él me había empujado o si yo lo había jalado, ambos caímos a su cama.

Logré sacarme los zapatos con los mismos pies para no interrumpir el beso, pero entonces Alec se levantó un poco para verme.

-¿quieres? -Lo oí preguntando.

-Ya es hora...-Admití en voz baja. Asintió de acuerdo.

-Ya es hora. -Repitió haciéndome reír un poco. También me sonrió acercándose a seguir con el beso. Sentí sus manos ir bajando mis calcetas guindas, las yemas de sus dedos rosando mi pierna suavemente. Aun en medio del beso, subió sus manos para ir desatando mi corbatín, también se quitó la corbata de la escuela rápidamente. Él no parecía dudar ni un segundo, o sentirse perdido o nervioso.

Okey...creía que, en mi primera vez, Axel había estado tan seguro y había sabido qué hacer porque tenía mucha experiencia, pero Alec no debía tenerla ¿con quién? Aun así, estaba muy seguro de lo que hacía, no parecía tan tímido como yo había estado en mi primera vez ¿todos los hombres eran tan seguros en estas cosas...o...Alec tenía tanta experiencia como Axel?

-¡Alec! -Ambos nos estremecimos y separamos del beso con el grito de Rose. Se oyó que golpeó la puerta de la habitación ¿Cuándo había llegado?

-No puede ser...-Murmuró Alec de pésimo humor.

-¿Me escuchas?-Preguntó la voz de Rose haciéndome sonreír un poco. Él había quedado a sólo dos centímetros de besarme. -¿Alec?-Lo llamó nuevamente mientras recargué mi frente sobre la suya cerrando mis ojos. -¿Qué estás haciendo? ¿Hay alguien dentro? -Preguntaba Rose. Sonreí un poco mientras Alec se alejó.

-Emi está en casa. -Informó poniendo el corbatín sobre mi pecho.

-Increíble, quiero saludar. -La escuché decir apresuradamente. Alec comprimió un poco los labios mientras yo reí con discreción levantando el corbatín para pasármelo por el cuello otra vez.

Mi Vida de Cristal (#4 Saga Cristal FINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora