El recordarte me hace daño.

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Era un tarde nublada con nubes entre grises y negras, personas con paraguas en las manos y un hombre sentado en un banco, ser que no le importaba los intensos vientos que hacían en la ciudad capital. Su mirada estaba perdida hacía el horizonte, se le notaba agotado y un poco triste, la gente pensaba que había tenido un mal día en el trabajo, que era lo común, sin embargo, ese no era su problema, la incertidumbre de Mark era su última relación amorosa que no había sido lo que esperaba y que aparte de eso el fallecimiento de su padre le había destrozado el corazón.

Mark estaba perdido en un mundo ficticio tratando de encontrar respuestas, en busca de su estabilidad emocional, lo cuál hizo que empeorara más su estado de ánimo ya que aparecían teorías y más teorías del porque se había acabado todo.

Unos meses antes, Mark había vuelto a ver a Briella, la mujer que tanto amó y que le hizo ver el paraíso en tan poco tiempo; fue en la ciudad de Valencia (España), donde se realizó el encuentro detrás de la Universidad politécnica de Valencia (UPV), en la cuál ambos habían cursado estudios en temporadas anteriores. Los ojos de Mark brillaban, (era un brillo confuso), por eso Briella no sabía si ese brillo lo provocaba ella con su llegada o era que realmente Mark estaba destrozado por la finalización de la relación que tuvieron y esa era la manera de demostrárselo personalmente.

En la parte de atrás de la universidad habían unas mesas y sillas de madera en las cuales Briella se sentó e invito a Mark a tomar asiento, con su cara tierna pero sonrisa apagada Mark accedió, él solo quería respuesta de lo sucedido pero no podía negar por dentro la necesidad de abrazarla, besarla nuevamente y decir que nada paso, que simplemente fue un sueño, que la perdida de su padre David Miller ya había sido demasiado para él, que por favor volviera y que llenara ese vacío, que ella era tan necesaria como el aire para respirar, que en su vida faltaba esa chispa tan ardiente como el sol pero tan dulce como la miel, todo eso lo reflejaba su cuerpo, Mark estaba inquieto pero no hablaba, había algo que lo detenía a decir una palabra y era el dolor en su corazón, este latía muy rápido ya que al frente estaba Briella Garcia su mayor anhelo, la persona que quiso para toda la vida, pero que por alguna razón no sucedió así.

Briella al ver que Mark no decía nada le sonríe con mucha picardía como ella siempre fué y le dice. -Me supongo que por tus ojos aguados aún sientes dolor por lo que pasó. -¿Es cierto que aún te sigo gustando?. -Le preguntó Briella. -¡Es enserio lo que me preguntas!. (Con sus ojos aguados) respondió Mark.

Briella se sintió un poco incómoda por la forma de responder de Mark ya que notaba el duelo que estaba pasando, debido a que había perdido un ser muy querido y cercano, pero ella nunca tuvo la intención de arreglar las cosas, ni siquiera de quedar como amigos, simplemente quería ver la aflicción que estaba pasando Mark e insinuarse nuevamente para jugar con él; sin embargo, Mark tenía otras intenciones, hasta era capaz de perdonar todo con el simple hecho de estar nuevamente con ella, estaba enamorado profundamente de Briella.

Ella al ver que Mark no hablaba ni reaccionaba, solo la veía con ganas de todo pero a la vez de nada, toma la acción de levantarse e intenta irse, cuando de repente. -¡Detente!. (Con voz susurrada y mirada al suelo). -Le suplica él. (Y al salirse una lágrima), -le pregunta. -¿Por qué lo hiciste Briella? -¿Por qué el querer Jugar conmigo?. -No me digas que es por tu familia, -porqué ya tu madre me aceptaba, -ya era parte de la familia Rodriguez. -¿Por qué lo hiciste? -¿Por qué no querer luchar por lo que sentimos?. -Le pregunta Mark.

Briella con una mirada apeneda. -¿Sentimos? Sentía Mark. -Le respondió ella.  -En estos momentos ya no te quiero. -Lo de nosotros fue por un momento, tomalo con un desliz, -lo de mi madre fue todo un complot para que estuviéramos juntos y hacerte creer que mi familia te aceptaba cuando realmente ellos no te conocían... -Expreso Briella. 

Perdido en tres AmoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora