¡Tu eres mi papá omega! • KOOKMIN

28

Los días fueron pasando y se convirtieron en semanas. Las cosas iban marchando tan bien que Incluso daba miedo.

—¡Cariño no te alejes demasiado!—Grito el omega al niño que salió disparado del auto cuando llegaron a aquel concurrido parque.

The Moonlight.

—¡Si papá!

La sonrisa de Jimin no podía ser más grande. Amaba ser llamado papá.

—Jiminnie no conseguí vainilla así que traje de chocolate ¿Te gusta?—Pregunto el alfa.

—Claro que si ¿A quien en este mundo no le gusta el chocolate?—Dijo con obviedad y batallando un poco para abrir el empaque del helado.

—A mi.

El rubio detuvo sus acciones y observo con incredulidad al pelinegro.

—¿No te gusta el chocolate?—Pregunto sin poder creerlo.

—Es demasiado empalagoso—Musitó con una mueca en su rostro—Prefiero la menta.

Jimin paso de estar incrédulo a ofendido luego de escuchar al alfa.

—¿Prefieres la pasta dental antes que el chocolate? ¿En qué retorcido mundo vives?—Dijo exagerando sus expresiones haciendo reír al mayor.

—En el mundo real donde no todos tenemos las mismas preferencias.—Le arrebato de las manos el helado al omega y lo abrió fácilmente—Y el helado de menta no sabe a pasta dental, no se de dónde sacas eso.

Jimin observo su helado y luego a Jungkook, en ese momento una pequeña idea cruzó por su mente.

Llevo el helado a su boca y le dió un pequeño mordisco, de imprevisto tomó el cuello del pelinegro y lo atrajo en un beso demandante.

El alfa jadeo sorprendió pero correspondió con las mismas ganas, sintió la traviesa lengua de su omega empujar algo dentro de su boca y noto segundos después que era un pedazo del helado. Jungkook podía asegurar con toda certeza que por primera vez disfruto aquel dulce empalagoso.

Se separaron cuando el oxígeno les hizo falta y el pelinegro casi se desmaya al ver a Jimin relamerse los labios para quitar algún exceso de chocolate.

—¿Aún sigues prefiriendo la menta?—Inquirió el rubio con una sonrisa ladina llevándose la paleta de helado nuevamente a la boca.

—¿Sinceramente? Si—Musitó.

La expresión del omega fue todo un poema que provoco que el alfa estallara en ruidosas carcajadas.

—¡Jungkook!—Se quejo con un adorable puchero.

—Estoy bromeando cielo—Se acercó más y posicionó sus manos en las caderas del omega—Si vas a darme chocolate de esa forma, estaría encantado de solo vivir a base de el por el resto de mi vida.

Jimin se sonrojo hasta las orejas y oculto su rostro en el cuello del pelinegro.

—¡Papi mira!—Llamo el pequeño a su padre mientras sostenía un perrito.

—¡Es muy hermoso MinMin!—Grito sonriendo y abrazando a Jimin.

El niño sonrió y siguió jugando con el cachorro, segundos después otro niño que aparentemente era el dueño del perro, se unió.

—Amo este parque—Dijo el omega de repente. Tenía un mirada nostálgica y una sonrisa triste.

—¿Ya has estado aquí?

—Si, muchas veces, solía venir con Nana...—Su sonrisa se borró poco a poco.

—¿Nana?—Pregunto pero al instante se arrepintió—Lo siento, no tienes que decirme si no quieres, es solo que como lo mencionas y yo-