Siempre a tu lado

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La tranquilidad no reino del todo, solo unos minutos les tomo a las personas por enloquecer, los gritos desesperados se escuchaban a través de los disturbios que hacían, Jungkook se decidió por tomar mi mano sin soltarla en ningún momento perdido en sus pensamientos. El barco que no se hundía, se estaba hundiendo, vi como los guardias intentaban mantener una calma que no llegaba, intentaban bajar los botes salvavidas con mujeres y niños primordialmente, aunque algunos hombres se colaban siéndoles de ojos ciegos.

-Jimin –Jungkook me giro a él tomando de mis hombros suavemente –Necesito que te quedes aquí, no tardare.

Tan solo asentí dejando que se aleje de mí, perdiéndose entre las personas, no iba a negar que tengo miedo, ver como el caos se generaba, entre la desesperación y la angustia, ver hacia el frente del barco era aun más temeroso al ser que se inclinaba en esa dirección, disparos resonaron entre el disturbio haciendo que me exaltara, los gritos de algunas mujeres resonaron en mis oídos, curioso, giro mi rostro solo para presenciar como uno de los guardias se disparaba así mismo cayendo al agua.

-¡Jimin! –Sentí mi mano ser tomada siendo jalada hacia aquella persona que al segundo note que era Jungkook, me guio entre las personas al otro lado del barco en donde estaban bajando otro bote solo con algunos hombres –Vamos, sube.

Me detuve, ganándome una mirada de confusión.

-¿Qué hay de los demás? Allí pueden ir más.

-Jimin –Suspiro tomando de mis hombros –Escucha, si decimos que hay otro barco aquí, se creara otro caos, incluso peor, ¿Viste que hay del otro lado?, no queremos lo mismo.

-Es egoísta.

-Lo sé –llevo una mano hacia mi mejilla acariciándola –Pero aunque lo sea, mi propósito ahora, eres tu, mientras tu estés bien y a salvo, yo también lo estaré.

-¿Qué hay de tu madre?.

-Ella ingreso en uno de los primeros botes, estará bien –Exhalo suavemente dejándome ver aquel humo blanco que se desaparecía en el frio aire –Por favor Jimin, solo sube.

-Señor Jeon ¿Qué está esperando? –Llamo uno de los hombres haciéndonos notar que estaban dentro del bote.

Jungkook tomo mi mano esperando por mí, tan solo asentí con un nudo en mi corazón, tratando de hacer oídos sordos ante los gritos y reclamos del otro lado, aquellos hombres dentro del bote no dijeron alguna palabra sobre mí, tan solo esperaron a que Jungkook ingresara tomando asiento a mi lado, comenzaron a jalar las cuerdas con el mayor cuidado y paciencia, haciendo que el bote descendiera con tranquilidad.

-¡QUE CREEN QUE ESTAN HACIENDO!.

Aquel grito hizo que nuestra mirada fuera hacia arriba, en donde dos guardias nos miraban con odio, uno de ellos había sacado su arma disparando sin dudar hacia uno de los hombres que sostenía la cuerda, el bote se sacudió bruscamente, uno de los hombres reacciono al instante sosteniendo la cuerda como podía quedando el bote inclinado hacia la izquierda, el guardia gruño molesto tomando de nuevo su arma, Jungkook rápidamente me abrazo haciendo ir hacia un lado haciendo que la bala impactara hacia otra dirección.

-¡Jimin cruza! –Me empujo hacia uno de los extremos del pasillo de los de segunda clase, me ayudo a subir el barandal cayendo al otro lado, espere por él, siguiéndome por detrás escuchándose otro disparo, cayó al suelo levantándose enseguida para tomar mi mano y correr por aquel pasillo.

Lo último que escuche fue el sonido del agua siendo bruscamente golpeada, junto a un grito de dolor de parte de uno de aquellos hombres.

Uno de los sirvientes que pasaba, nos entrego rápidamente unos chalecos salvavidas, Jungkook lo acomodo correctamente por mis hombros, luego él se acomodo el suyo, volvió a tomar mi mano haciéndonos caminar de nuevo hacia arriba, un sonido, como un rechinido se escucho por debajo del barco, alertándonos, Jungkook hizo que apresuráramos nuestro paso llegando de nuevo hacia arriba, en donde presenciamos en como el ultimo bote estaba disponible, solo algunas mujeres que fueron empujadas por sus maridos, dándoles un último adiós ingresaban junto a los pocos pequeños que quedaban.

-¡Solo los jóvenes pueden ingresar! –Exclamo uno de los guardias, dejando que uno que otro hombre joven que no rebase los veinte ingresara.

Jungkook me miro unos segundos, sin entender del todo su mirada, luego hizo que alzara mi mano sorprendiéndome.

-¡El es joven! –Casi grito siendo escuchado, los hombres nos miraron haciendo un camino dejándonos ver al guardia que nos hacia un gesto de que nos acercaremos, yo negué varias veces, siendo ignorado –Yo respondo por él.

El guardia me miro unos segundos asintiendo para luego hacerse a un lado, negué haciéndome hacia atrás, mientras Jungkook sostenía una vez más mis hombros.

-No quiero irme, no quiero dejarte.

-Jimin, por favor, solo sube –Me sonrió, tan dulce, pero sabía que aquello no era cierto –Iré detrás de ti, estaré bien.

-¡Es mentira! –Sentí como mis lágrimas bajaban por mis mejillas, siendo limpiadas por los pulgares de Jungkook, siendo ahora su sonrisa rota –Ven conmigo, por favor.

-Uno solo puede ingresar –Aclaro el guardia siendo ignorante a nosotros –Necesito que suba ahora o de su puesto a alguien más.

-Déselo a alguien mas –Jungkook abrió sus ojos sorprendido negando enseguida –No me voy a ir sin ti, quiero quedarme contigo, no puedes obligarme a subir.

El guardia dejo que alguien más tomara mi lugar, mientras Jungkook me miraba incrédulo, se que él estaba igual de asustado que yo, pero de alguna forma sentía que si estaba junto a él, todo sería mejor, no evite abrazarme a él, siendo correspondido.

-Estaremos bien –Me susurro dejándome escuchar el temblor en su voz –Vamos a estar bien.

Era una mentira, lo sabía, pero el trataba de hacerlo sonar creíble, mientras me abrazaba con un poco más de fuerza. Sabía que no saldríamos de aquí, que tal vez este seria nuestro último suspiro, no me importaba, estaba junto a él, junto a alguien que me demostró ser de tan buen corazón, que me dio su mano sin mirarme con asco, me mostro su mundo y yo le mostré el mío, para tan poco tiempo.

Hubiera deseado tener aun más tiempo, ahora solo quedaba esperar sin saber cuánto seria lo último que veremos del otro.

Hubiera deseado tener aun más tiempo, ahora solo quedaba esperar sin saber cuánto seria lo último que veremos del otro

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𝑇𝐼𝑇𝐴𝑁𝐼𝐶 𝐋𝑎 𝐻𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝐽𝑎𝑚𝑎́𝑠 𝐶𝑜𝑛𝑡𝑎𝑑𝑎 (KM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora