Bostecé y recosté mi cabeza de la mesa acomodándome para dormir ya que al parecer la profesora de matemáticas no vendrá hoy. Sentí como poco a poco me iba quedando dormido...
—Iván Buhajeruk—sonreí al escuchar la masculina voz de Rodrigo en mis sueños.
—Iván, despierta —gruñí al escuchar a Nicolas meterse en mi sueño, sentí una mano sobre mi cara así que abrí los ojos encontrándome con la expresión burlona de Nico, fruncí el ceño.
—¿Acaso usted viene aquí a dormir? —giré lentamente la cabeza y miré hacia arriba, Rodri estaba frente a mí con una ceja arqueada y los brazos cruzados, sentí como mis mejillas y mis orejas se calentaban al notar que todo el salón estaba mirándome.
—¿E-Estoy s-soñando? —pregunté sintiéndome fuera de lugar, Rodrigo contuvo una sonrisa y me miró con desaprobación, me apené aún más al escuchar las risitas de los demás.
—No, Buhajeruk, no está soñando —respondió él negando y caminando hacia el frente, levanté mi cabeza de la mesa y me rasqué la nuca. ¿Qué está haciendo Rodri aquí? —Ya que el señor Buhajeruk despertó continuaré, como les decía... la profesora no pudo venir hoy así que yo les daré clase...
¡¿Él nos dará la clase?! Arqueé las cejas, vi a algunas chicas suspirar con caras de enamoradas mientras se lo comían con los ojos, otras se quitaban disimuladamente varios botones de sus camisas, gruñí y me crucé de brazos, si supieran que a mi Rodri no le gustan las tetas...
Lo miré, ¿acaso tenía que despertarme para seguir la clase? Estúpido Rodri, él es el culpable de mi sueño, pensar tanto en el me mantiene despierto toda la santa noche.
Él me miró y arqueó una ceja mientras su sonrisa se volvía maliciosa, se quitó el saco y se arremangó la camisa haciéndome inflar las mejillas con molestia, las chicas soltaron grititos de emoción, apreté las manos en puños.
—Controlen su calentura —solté sin pensarlo mientras miraba con desdén a las chicas, todas me asesinaron con la mirada haciéndome tragar duro, miré al frente, a Ro se le notaba que estaba luchando por no reírse, me avergoncé aún más.
—Usted debe saber mucho, señor Carrera... —soltó una chica con un tono excitado, Rodri se rio y tomó el marcador del escritorio, rodé los ojos.
—Eres como un libro abierto, Ivi—miré a Nico cuando dijo eso, él tenía una sonrisa en sus labios, hice un puchero. Siempre se me ha hecho difícil ocultar lo que siento... Y mucho más cuando tiene que ver con él.
—Saquen sus cuadernos —miré al frente con una ceja arqueada cuando Rodrigo habló con seriedad, vi de reojo como todas las sonrisitas bobas se desvanecían, tragué duro cuando nuestro profesor temporal sonrió de una manera macabra...
Media hora después me alarmé al ver a Nico casi desmayado en su silla, estaba pálido mientras miraba al frente, y no era para menos, Rodrigo estaba mandando alumnos al azar a la pizarra a resolver ejercicios un poco difíciles, lo que me asustaba no eran los ejercicios sino la fija mirada de Rodrigo, la cual parecía poner nervioso a todo el que se paraba a resolver el problema.
—¿Hueles eso? —me preguntó Nico asustado, lo miré extrañado. No huelo nada...
—¿El qué? —pregunté en un susurro, él tragó duro, sus labios estaban blancos...
—Mi cerebro quemándose... —respondió mirándome aterrorizado y llevándose una mano a la frente, no pude evitar reírme un poco, él hizo un puchero y mordió su lápiz repetidas veces. —No quiero que me llame... No quiero que me llame... —comenzó a susurrarse a sí mismo mientras jugaba con sus manos, me dio un poco de pena.
Miré a Ayelen, la pelinegra no ha emitido palabra alguna desde que estuvo en la pizarra, eso me puso más nervioso. Ella estaba dibujando círculos en una hoja mientras sonreía tétricamente, creo que quedó un poco traumada...
—Iván, ven —mi corazón se detuvo cuando Rodrigo me llamó de repente, respiré hondo una sola vez y me levanté con seguridad mientras miraba el problema que estaba escrito en la pizarra, sonreí de lado con confianza, eso podría hacerlo hasta con los ojos cerrados, Rodrigo arqueó una ceja mientras me miraba y se acomodaba en la silla.
—B-Buena s-suerte —me susurró Nico, Ayelen me miró con pena, tragué y tras mirarlos una última vez caminé hacia el frente con temor.
Mi seguridad se fue al carajo cuando agarré el marcador rojo que estaba sobre la mesa, levanté la cabeza y me encontré con la penetrante mirada de Rodrigo, sentí como me comenzaban a sudar las manos.
—Bien, resuelva el problema —dijo lentamente, no sé si fue mi imaginación pero me pareció ver una sonrisa malvada en él, pestañee varias veces y me sentí perdido al ver que no estaba sonriendo ni un poco...
Miré la pizarra y mi corazón se aceleró, leí el problema varias veces en mi mente y mi cerebro parecía no procesar la información, sentía la mirada de Rodri sobre mí. Miré con atención la pizarra, es como si todo estuviese en chino...
—¿Qué sucede? Si no puede hacerlo entonces siéntese —Rodri me hablo con calma y burla, lo miré de inmediato y entrecerré los ojos, él estaba disfrutando esto, había sadismo en sus hermosos y malvados ojos verdes.
Me aclaré la garganta. Todo es mental.. Él solo quiere jugar con tu mente... Todo es mental...
Me dije a mí mismo mientras sacudía un poco la cabeza, gruñí y leí nuevamente el problema, ignoré por completo la presencia de Ro y escribí rápidamente en la pizarra, sentía como frías gotas de sudor bajaban por mi espalda, seguí escribiendo a pesar de que me temblaba la mano.
Cuando terminé puse con fuerza el marcador sobre el escritorio y miré a Ro a los ojos, él me miró por unos segundos y luego desvió la vista a la pizarra, mi corazón latía muy fuerte mientras lo miraba, di un respingo cuando volvió a mirarme.
—Iván ¿estás seguro de que eso está bien? —en cuanto preguntó eso miré la pizarra con temor, ni siquiera me fijé en lo que hice. Miré todo con atención y con el ceño fruncido asentí, estaba muy seguro de que lo hice bien.
Miré a Rodrigo nuevamente, su mirada seria y escéptica me hizo dudar hasta de mi nombre, me dieron ganas de echarme a llorar en una esquina. ¡¿Qué clase de tortura mental es esta?!
—¿Seguro? —preguntó llevándose una mano a la barbilla, estúpido Rodrigo Carrera...
—S-Si —respondí tratando de sonar seguro.
—Muy bien, puede sentarse —dijo con una sonrisa calmada, lo miré sorprendido, sin esperar un segundo más caminé rápidamente hacia mi silla mientras temblaba. No quería volver a pasar por eso otra vez...
Tuve que quitarme la chaqueta y aflojarme la corbata, estaba sudando demasiado, Nico me miró con adoración.
—¡Iván eres mi idolo!— Dijo Nico. me rei un poco antes de mirar a Rodri, el miraba a los alumnos salir. puesto a que el timbre sono.
—Ivi, ven— me llamo Ro cuando todos salieron. me acerque con una mini sonrisa y me sente en sus piernas despues de rodear el escritorio— lo hiciste bien, mi niño—me hablo con tanto cariño que rapidamente lo bese
—Te amo, ''profe''— sonrei besando la comisura de sus carnosos labios— un dia sos normal y otro terminas de pareja con tu director de tu universidad— reimos y me acoste en su pecho
—Soy el director y aun tengo que ser un suplente de la vieja de matematicas— le bese el cuello cerrando los ojos
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my teacher
RomanceDonde iván, esta de pareja con su director de Universidad. creditos: @kawaii_sush