Parte Única

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"Lan Zhan, ¿eres bueno en la cama?"

Lan Wangji reprime un suspiro. Aquí van de nuevo. Wei Ying siempre está haciendo esto, siempre comenzando estas conversaciones lascivas, tratando de conseguir que Lan Wangji hable de sexo con él. Preguntando por sus aventuras. Preguntando cómo es ser gay. Preguntando si su pene es más grande que el de otros hombres. (Comparando el tamaño de sus manos con las de Lan Wangji, por dios.) Es casi gracioso lo obvio que es que Wei Ying se siente sexualmente atraído por él.

Y no es que no sea mutuo. Es extremadamente, catastróficamente mutuo. Lan Wangji dejó de intentar no pensar en Wei Ying cuando se masturba. No pocas veces, piensa en él mientras folla con otros hombres. Tiene muchas ideas sobre cómo borraría la sonrisa burlona de la cara de Wei Ying, cómo daría las respuestas más claras y explícitas y vigorosas a todas sus preguntas indiscretas, si Wei Ying quisiera.

El problema es que Wei Ying sigue pensando que es heterosexual. Al menos, se empeña en ser heterosexual. Y Lan Wangji no está interesado en ser el que lo sacuda de eso. No quiere ser el experimento de Wei Ying, la puerta que abre y atraviesa hacia la libertad de los queer. Lan Wangji quiere ser el final del camino. Quiere que él sepa lo que quiere. Lo que hace que conversaciones como la que están a punto de tener... sean difíciles.

"¿Por qué lo preguntas?", dice. Están en el apartamento de Lan Wangji. Lan Wangji tiene que leer para el trabajo, y Wei Ying se invitó a sí mismo con la premisa de que él también tiene que leer. Esa lectura resulta ser una revista para hombres. Normalmente no las lee, pero Lan Wangji estaba con él cuando recogió ésta en una tienda en la que habían parado para comprar bebidas. Tiene un hombre especialmente bello en la portada, una especie de ídolo pop. El rostro del ídolo mira fijamente, sensual y sucio, desde donde Wei Ying está recostado de lado contra el brazo del sofá, con los dedos de los pies metidos bajo el muslo de Lan Wangji.

"Apuesto a que sí, ¿verdad? Apuesto a que tienes un gran poder de resistencia. Vi tus abdominales".

"La condición física ayuda a la resistencia", admite Lan Wangji, tratando de concentrarse en su lectura.

"¡Sí! Resistencia. A eso me refiero. Verás, estoy leyendo este artículo, Consejos para aumentar la resistencia. Aparentemente es muy importante. Me está dando un poco de complejo de inferioridad, honestamente".

"Creo que las revistas son conocidas por eso".

"Lo sé, ¿verdad? Nadie debería leer esta basura".

Pasan unos cuantos latidos de bendito silencio mientras Wei Ying sigue leyendo, y Lan Wangji no se molesta en intentar no imaginar lo rápido que podría hacer que Wei Ying se corriera.

"Entrevistaron mujeres", dice.

"¿Qué?"

"Entrevistaron a montones de mujeres, o les hicieron una encuesta, y la resistencia era uno de los tres factores principales que afectaban a la satisfacción sexual de las mujeres".

"Eso no es demasiado sorprendente".

"Sí." Wei Ying tira la revista a un lado. Estira los brazos por encima de la cabeza y luego se inclina hacia atrás con un brazo sobre los ojos. Esto deja al descubierto la pálida arquitectura de su axila, que Lan Wangji no intenta no mirar, ya que los ojos de Wei Ying están cubiertos, de todos modos.

"De acuerdo, esto es realmente vergonzoso, pero siempre termino muy rápido... No tengo ningún autocontrol. Si se siente bien, lo hago, ¿sabes?"

"Mn", dice Lan Wangji. No quiere tener esta conversación, pero parece que Wei Ying tiene ganas de hablar. Cierra su libro y lo deja a un lado, se reclina en el sofá y mira a Wei Ying. La mano que no cubre sus ojos está apoyada en su vientre, con sus largos dedos tamborileando nerviosamente. Por alguna razón, la forma de su pulgar es llamativa. Mirar su mano es más fácil que mirar sus rodillas dobladas, o sus muslos con los pantalones cortos subidos. Lan Wangji lo mira todo de todos modos. Los dedos de Wei Ying se mueven bajo su muslo.

Final del caminoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora