♡Yoonmin♡
Historia Corta Fluff
Jimin es el chico nuevo y tímido que se muda a un conjunto de apartamentos, mismo en el cuál residen los hermanos Min uno serio pero tierno en su interior y el otro muy divertido... siempre dice lo que piensa sin filtr...
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Agust y Jimin habían quedado en ir al club de arte ese día sábado así que él lo iba a esperar en el parque cerca del complejo.
Se levantó temprano para comer algo pero se llevó una desilusión al ver a su padre en la cocina.
Su madre aún no llegaba de su viaje y ni Yoongi ni él le prestaban demasiada atención al señor Min.
El viejo trataba de preparar su desayuno sin la ayuda de los chicos ya que estos nunca estaban.
¿Acaso buscaras un trabajo de verdad? Es temprano para que tu estés levantado -Le retó el hombre a penas lo vio entrar a la cocina.
Agust simplemente trató de ignorar al viejo que le lanzaba miradas de desagrado.
-Responde, Insolente ¿siempre eres así de irrespetuoso? No se cómo tu madre te soporta.
Agust poseía poca paciencia y más cuando se trataba del hombre que se hacía llamar su padre.
-Mi madre me soporta porque soy su hijo Sangre de su sangre, salí de sus entrañas es el lazo que nos une, en cambio con usted... Sólo está aquí porque ella le tiene lastima. Nada más -Masculló entre dientes el castaño decidiendo que se le había quitado el hambre.
-Si pudiera levantarme de esta silla te daría tu merecido.
Agust quien iba camino a la puerta se detuvo en seco.
-Si usted pudiera levantarse de esa silla yo mismo lo echaría a la calle -Cerró con fuerza la puerta tras él.
"Maldición" Pensó mientras subía a su motocicleta.
No lo soportaba, sinceramente no quería odiarlo porque al fin y al cabo él le había aportado un porcentaje importante a su concepción. Sin embargo, no podía olvidar todas las cosas malas que le había hecho a su madre, era un cretino.
Esperaría a Jimin en el parque. Estaba ansioso, el peli-rosa había pasado todo el día anterior muy extraño con él y suponía que era a causa de ese encuentro "casual" entre él y su hermano hace dos días.
Sentía que algo había pasado que causó que su Mochi saliera corriendo de su apartamento esa noche.
Pero ni Jimin ni su hermano iban a decirle nada así que solo iba a ignorar eso.
Jimin era un chico muy especial, era tan risueño y auténtico sin pizca de maldad en su ser y todo eso aportaba algo de luz a su inquieto espíritu de chico malo. No podía decir que estaba enamorado de Jimin o que lo amaba. Tal vez sólo amaba como se sentía con Jimin a su lado.
Amaba sentir que era importante para alguien.
Amaba ser él mismo cuando estaba con Jimin. Esa era la verdad. El peli-rosa solía sacar lo mejor de él. Tal vez por eso tenía incertidumbre y sentía que si Jimin se iba de su lado ese pequeño mundo de color que se formaba a su alrededor se esfumaría.
