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Me dirigía hacia la calle dispuesta a tomar un taxi e ir de vuelta a casa cuando escuché el llanto de un bebé detrás de mi, voltee y miré confundida a aquel niño desnudo de piel pálida, pues al llegar no lo había visto y era algo realmente extraño.

En el tiempo que tengo en este lugar, jamás había pasado algo así.

Un taxi pasó y no sabía que hacer, así que lo único que se me ocurrió fue quitarme el abrigo que tenía puesto, tomar al bebé y taparlo con este para cargarlo y subir.

-Señorita, es muy tarde para que salga sola con ese bebé en brazos, ¿no lo cree? También, ¿Qué hace aquí?- Me preguntó el señor.

No contesté nada y me quedé callada todo el camino hasta llegar a casa, espere a que el señor se fuera para intentar trepar por el árbol y entrar por la ventana a mi habitación.

-"Maldición"- pensé, pues tenía a un bebé que no era mío cargando en mis brazos.

Cerré el paraguas que llevaba y como pude trepe el árbol, y aunque fue un tanto difícil entrar, al fin lo logré.

Dejé al niño en mi cama y caminé alrededor de mi habitación pensando en qué hacer con el, en el momento en que lo tome no me di cuenta el problema que tendría.

Iría a la escuela y mamá se daría cuenta. Además de que no tenía idea de cómo cuidarlo, no tenía lo básico para cuidar de un bebé y no sabía cómo cuidar uno, jamás estuve tan cerca de un solo bebé y todos hablarían mal de eso si se llegaran a enterar de que hay uno viviendo en la casa de mamá.

"Me meteré en problemas si ésto continúa", me dije a mí misma dando un profundo suspiro.

...

Lo miré y me tranquilice por un momento, sonrió y movió sus manitas, después comenzó a llorar y no sabía que hacer, estaba asustada.
Lo cargué de nuevo arrullando a este para dormirlo y comencé a cantarle aunque no tenía idea de cómo hacerlo.

Finalmente durmió y salí para asegurarme de que mamá no escuchó o de que no se haya despertado.
Estaba todo en silencio; así que entré de nuevo, le puse seguro a la puerta, cambié mi ropa por una pijama, tapé al niño con una cobija y dormí.

Al amanecer

Abrí mis ojos, la alarma había sonado y miré a mis dos lados, el bebé no estaba por ninguna parte. Comencé a buscarlo como loca y no lo encontré, así que me asusté.

Mamá tocó la puerta, abrí y entró a mi habitación.

-¿Por qué no estás lista? ¿Ya viste la hora que es?- Dijo enojada

-Ya voy mamá, ya voy- Respondí y comencé a alistarme y acomodé mis cosas en la mochila, después de eso ya ni siquiera me importó seguir buscando al bebé...

-¿Qué has estado haciendo? ¿Por qué no puedes hacer las cosas rápido?- Dojo mamá con un tono algo molesto.

-Después te explico, ya me voy- salí y mamá iba detrás de mí.

-¡Ey! ¡T/n!- Dijo regañando para que me detuviera.

-No tengo tiempo mamá- Dije a mamá sin detenerme.

-¿No vas a desayunar? ¿Llevas tu tarjeta y dinero?- Siguió preguntando.

-Si mamá, llevo todo- Respondí-

MELODÍA (un paso al paraíso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora