Capítulo 2 "LIBERACION"

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Al llegar lo salude y fuimos a comprar café para esperar el vuelo. Luego de algunas horas ya estábamos de camino a nuestro destino, me recosté y cerré mis ojos para que en unos minutos quedara en un profundo sueño, al despertar vi que faltaba poco para llegar y no podía creer lo hermoso que se veía el amanecer. Mi amigo despertó y luego me abrazó agregando un "cómo estas" y aunque para mí fue algo extraño le respondí "estoy bien, pero tengo hambre" y justo paso la azafata trayendo un pequeño desayuno.

Cuando por fin llegamos a Corea estaba super cansada, pero tenía que esperar mis maletas, después de treinta minutos ya estábamos de camino al hotel y yo quedé impresionada por la belleza de Seúl, sin embargo, aún no podía salir a visitar porque tenía cosas que hacer.

Yeontan es un chico alto con 25 años, de 1.78, tiene piel clara, ojos negros, pelo castaño, le gusta el verde, estar al aire libre, leer libros y tiene linda sonrisa. Además, le gusta vestirse casual, pero a la moda. Al llegar al hotel mi amigo me registro mientras yo miraba mi celular, me dio la llave y se despidió con un "nos vemos mañana".

Estaba tan cansada que dormí seis horas después de haber llegado a mi habitación, al despertar me bañe y me arregle para cenar, quise invitar a mi amigo y el con gusto acepto.

Nos encontramos en un restaurante llamado "Yoojung Sikdang", pedimos varias cosas y nos pusimos a organizar agenda para saber que visitaríamos y cuando. Además, yo tengo que buscar trabajo, creo que voy a solicitar en un café que está a dos esquinas del hotel y voy a trabaja en otro hotel como recepcionista, obviamente si me dan el trabajo.

Pasaron dos meses y para ese entonces ya había visitado la Torre Namsan, el Rio Han, el Palacio Gyeongbokgung, un Norebang, y otros lugares más, también me mude con mi amigo y tengo los trabajos deseados.

Hablo con mis padres todos los días y a veces salgo de fiesta con otras amigas, mi vida ahora mismo está estable. "nunca creí que cumpliría este sueño" me dije a mi misma, pero a pesar de que estaba feliz en ese momento de la noche mi celular sonó y haciendo ver la pantalla el nombre "mamá" conteste la llamada para luego escuchar a mi madre llorando e informándome la muerte de mi padre.

En ese momento quedé paralizada, pegué mi espalda a la pared, el celular se me callo de las manos y yo despacio comencé a soltar lágrimas y sollozos. Mi amigo escucho ruidos afuera y salió, al verme se espantó y no dejaba de preguntarme que me pasaba. Luego de unas horas le hable sobre la noticia, lo que más me dolía era que no podía viajar a ver a mi madre ni a despedirme por última vez de mi padre. Duré unos meses con depresión, me culpaba a mí misma por su muerte, no estaba comiendo y no me importaba mi apariencia física, tras todo esto mi amigo siempre estuvo ayudándome, consolándome y diciéndome que todo estaría bien.

Poco a poco fui mejorando, aunque me fue mal en el trabajo por mi ausencia, ahora necesito mejoras económicamente para pagarle a mi amigo Yeontan todo lo que hizo por mí, voy a dormir y mañana empezaré el trabajo de nuevo.

Al despertar lo primero que hice fue tomar mi celular y mirar Instagram un rato para luego poner música mientras me bañaba, desayunaba y me arreglaba para ir al trabajo, cuando salgo de mi habitación veo a Yeontan acabando de despertar y lo saludo con un abrazo.

Sara: buenos días, ¿cómo amaneces?

Yeontan: muy bien.

Sara: que bien, ya me voy a trabajar, cuídate.

Yeontan: tu igual.

Cuando llegué al trabajo mis compañeros me recibieron con una sonrisa, y yo también estaba feliz en ese momento, pero después recordé que tenía muchas cosas por hacer por haber faltado. Así que pase la mañana y una parte de la tarde trabajando, para luego llegar a casa a descansar a las tres de la tarde para salir otra vez a las seis a trabajar en el café. Hoy tuve la sorpresa de atender a Yeontan que fue a visitarme al café, me dijo que me iba a esperar para luego salir a cenar, me sentía mal por verlo esperándome, sentía que yo no hacía nada por el así que pensé en pagar la cena.

Deseo de libertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora