Llovisna ☔️

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Giyuu (18)
Nezuko (15)
Tanjiro (16)

Tiempo que cierto joven de ojos azules lleva viendo de más a la hermana de su pequeño amigo peliburdeo. Cada que iba a su casa para recogerlo y salir, ella muy amablemente lo recibía. Haciéndolo sentir esa sensación de "ser querido" En la escuela, Giyuu siempre espera a los Kamado. Para ir con ellos a sus casas, pero cuando Tanjirou falta. A este ojiazul le tocaba ir solo a esperar a la menor.

Cuando llegaba a su salón, muchas jovencitas se alocaban por ver a tal apuesto joven. Murmuraban entre ellas, soltando risas, una que otras coqueteaban con el desde adentro del salón. Él solo se limitaba a verlas, y ver a la chica de ojos violáceos. Tomioka podía ver como la menor se mostraba un poco molesta al ver a sus compañeras coquetearle. Miraba algo seria al mayor, mientras que el profesor de esa materia ordenaba silencio a sus alumnas.

Ya era salida, y Nezuko salió de su salón. Estos últimos días ha estado habiendo mucho frió y lloviznas fuertes. Al salir de su salón, se percató de que el ojiazul ya no estaba. Dio un suspiro pesado y comenzó a bajar las escaleras, llegando a la puerta de salida donde se quedaría observando como unos compañeros corrían de la lluvia. Ya estaba lloviendo fuerte, y no podía salir. Asomó su pequeña mano y una cuantas gotas mojaron su mano. Contemplando el cielo nublado junto a otro suspiro decepcionante. Sintió un leve roce en el hombro y sus narices captaron la fragancia del mayor de cabellos largos. Volteo algo sorprendida verlo, el había puesto un paraguas por encima de ella, para así cubrirla de la lluvia. El mayor solo tenia la mirada en frente y con una voz suave y firme habló.

—¿Vamos?

A la menor le pareció un gesto lindo por parte de Giyuu, quien no quería verla a los ojos. Ella sonrió y se apegó suavemente a su brazo, para que ambos empezaran a caminar juntos. Muchas de sus compañera miraban con envidia a esta pareja mientras caminaban. A mitad de camino, la menor empezó a estornudar y a temblar levemente. Juntaba sus manos y las llevaba a su boca para calentarlas con su aliento. Giyuu al verla, la apego a ella y le quito su mochila, Nezuko forzajeo por un momento pero accedió porque quería calentar sus manitas.

Tomioka siguió escuchándola, así que aguanto un poco de pena al hacer esto. Se quitaba su abrigo y se lo puso. Por supuesto la menor no podía desaprovechar esta oportunidad, y con pena aceptó su abrigo. Unos minutos después llegaron a su casa. Ambos estaban mal, la ojirosa estaba un poco calentita, pero el mayor estaba por enfermarse, con bastante frió. La madre de los Kamado dejo que Giyuu se quedara para que pudiera atenderlo. Nezuko también estaba enferma, pero estuvo acompañando al mayor mientras tomaban algo caliente.

—Giyuu san... —Habló suavemente, mirando su taza de chocolate caliente.

Este la miró y negó con la cabeza suavemente.

—No me digas "san" solo llámame Giyuu a secas, nos conocemos hace tiempo —Este suspiró y dio un pequeño sorbo a su taza.

—Emm si, pero —dudando por un momento, aun estando apenada. Alzo su mirada y buscó la de él. —Agradezco lo que hiciste por mí, muchas gracias Giyuu. —La menor dibujó una sonrisa en su rostro, estando muy agradecida con el, dejaba reposar su cabeza suavemente en el hombro del joven.

•||Drabbles GiyuNezu Pt2||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora