CAPITULO 6 - CONFRONTACIÓN— Estás drogado Jimin, vamos a calmarte y déjame llevarte a tu casa.
Jungkook no está contento, no le gusta ver a Jimin así, de hecho no le gusta ver a nadie que quiere así. No es como si quisiera a Jimin, aunque tampoco puede garantizar que no.
Odia las drogas, aunque se gana la vida gracias a ellas.
— Por favor Kook, baila conmigo - Jimin insiste y se lanza sobre él. Roza sus labios, dejándole sentir el sabor al Jagger y su lápiz labial de frutas.
— Ya bailé contigo, muñeco. Pero no estás bien, y quiero cuidarte.
— Tu… ¿Quieres cuidarme? ¿A mí?
Las manos de Jimin se mueven para todos lados y Jungkook no sabe que hacer. Sabe que en otro momento de su vida lo hubiese hecho morder polvo, directo sobre sobre el sillón, pero no quiere eso, teniendo en cuenta que es el maestro de su niña.
Pero Jimin es la tentación hecha persona, moviendo su cuerpo con sutileza, levantando sus brazos y dejándole ver su abdomen plano y blanquecino, con un perfume floral que impregnó todo su privado, y unos labios carnosos que piden a gritos ser besados.
— Quiero cuidarte, si, a ti, el maestro de Agatha.
— Pensé que querías más que cuidarme.
El puchero del rubio es destructivo para el menor que salta y patalea en su lugar, decidiendose entre ser una buena o mala persona. Jungkook no quiere cagarla pero está a nada de hacerlo.
— Quiero más que cuidarte, nene. Y lo sabes. Podría quitarte la ropa y follarte sobre el escritorio, despeinar un poco ese suave cabello que tienes, usar tu boca de una manera bastante siniestra… y luego te dejaría en tu departamento haciendo como si nada paso. ¿Pero que pasaría después? Me odiarias ¡Y con justa razón!
— Yo… - Jimin tartamudea y fricciona las piernas al escucharlo hablar. Esta excitado, probablemente de manera excesiva, y Jungkook le atribuye la culpa al Memphis que consumió - ...yo quiero que me hagas esas cosas.
— Mierda, muñeco.
Jungkook no aguanta a pesar de que decide ponerse límites. Quiere probarlo, aunque sea solo un poco. Lo toma por el rostro y lo besa, bebiendo de su boca la dulzura del Jagger mezclado al labial de frutilla que tanto imaginó durante días. Lo presiona, chupa, absorve, y Jimin jadea excitandose más contra él.
— Oh por dios, necesito que me jodas.
— No voy a hacerlo - Jungkook responde con un beso más violento que el anterior, intentando no pensar en lo dura que está su polla y en lo mucho que necesita voltear al rubio para ponerlo en cuatro patas.
— ¡Creí que te gustaba! - Jimin protesta cansado.
— ¡Claro que me gustas! Y es por eso que quiero que estés bien.
Cómo si fuese una damisela en aprietos, Jungkook toma a Jimin en brazos y vuelve a besarlo con necesidad de unión. Sale del privado topándose con sus hombres sorprendidos, los cuales lo miran esperando por órdenes próximas.
— Díganle a Yuta que se haga cargo del lugar. Voy a llevar a este chico a su casa.
— Jefe… ¿está seguro?
— No hay más nada que decir, Eunwoo.
Jungkook avanza esperando no cruzarse a su socio, que bastante harto de sus impulsos está, pero no lo logra, y todo empeora cuando ve a Jimin en sus brazos.
ESTÁS LEYENDO
El Maestro → KOOKMIN
FanfictionJimin, el maestro de arte. Jungkook, el narcotraficante más temido de Londres. Agatha, la niña más tierna del Colegio Urbano.