One Shot Drarry

Adiós Draco

La torre de Astronomía estaba calma, la brisa fresca de otoño acariciaba su rostro mientras se sentaba en el borde de la Torre y miraba las colinas y el lago que rodeaba a Hogwarts. Había perdido la cuenta de las veces que había estado en la Torre desde que comenzó el nuevo curso, ya hace un par de meses. Este era su último año en Hogwarts, había vuelto junto a sus amigos para poder terminar sus estudios y luego entrar al cuerpo de aurores en el Ministerio, todo lo que se esperaba de él luego de haber derrotado al mago oscuro más poderoso del último siglo. Todos esperaban que hiciera eso.

Dirigió su mano hasta su cuello donde tomo el collar con fuerza, una hermosa piedra negra colgaba de el cumpliendo la función de un dije. Se perdió en sus pensamientos, como todas las anteriores veces que había estado en la Torre. Pensó en todas las personas que habían muerto en la guerra, Sirius, Remus, Tonks, Fred, y muchos otros, de ambos bandos. Distraídamente jugó con su collar, no se lo había quitado desde que terminó la guerra, al igual que la culpa que lo atormentaba desde entonces. Ambas lo llevaban siempre al mismo recuerdo y a la misma culpa.

Hermione estaba preocupada por él, por todo el tiempo que pasaba en la Torre de Astronomía, por todas las tardes que se perdía en sus pensamientos y se mortificaba a si mismo, culpándose y deseando poder volver el tiempo atrás. Ella había tratado de convencerlo de dejar de asistir a la Torre y que trate de dejar el pasado justo donde pertenece, en el pasado. Pero Harry siempre volvía a la Torre, tenía algo especial allí. Algo que ninguno de sus amigos comprendía.

- Potter - escuchó la voz tras suyo y apretó con más fuerza su collar.

- Draco - respondió sin verlo, con su mirada clavada en el bello paisaje. Sólo pudo sentir como el rubio tomaba asiento a su lado y lo miraba fijamente, podía sentir su penetrante mirada.

- ¿Otra vez aquí? - preguntó desviando la vista hacia el paisaje, y luego agregó con tono divertido - Deberías buscar otro lugar para encontrarnos, esta imagen ya es muy repetitiva.

Harry rió ante eso y giró para verlo. Verde y plata se encontraron con intensidad y Draco le sonrió suavemente.

-¿Cómo está Weasley? - preguntó Draco volviendo a ver el paisaje sin perder su sonrisa.

- Él y Hermione están bien - respondió Harry mirando el sereno rostro de Draco, se lo veía tranquilo -, preocupados, pero bien.

- En su lugar yo también estaría preocupado - respondió divertido.

Se quedaron en un cómodo silencio, eso era habitual entre ellos. Esa tranquilidad que se brindaban el uno al otro era mágica, única y especial. Harry siguió pensando, está vez en sus amigos, ambos trataron de convencerlo de no volver y olvidarse de todo, tratar de seguir adelante, pero al final dejaron de intentarlo al ver que solo ignoraba lo dicho por ellos en ese tema en particular y seguido de eso no les dirigía la palabra por varias horas. Harry tenía una terquedad que admirar, pero muchas veces eso le hacía pasar malos ratos.

-¿Mi madre se ha comunicado contigo? - rompió el silencio Draco y Harry tardó unos segundos en responder, hasta que asintió.

- Me agradeció todo lo que hice por ella y por ti - respondió sin prestar verdadera atención, un toque de tristeza acompaño a su voz. La última carta que Narcissa Malfoy le había enviado aún estaba en su bolsillo, jamás se alejaba de ella.

Narcissa Malfoy sufrió luego de la guerra. Lucius Malfoy fue condenado a setenta años en Azkaban luego de la captura de todos los que apoyaron a Voldemort y su juicio previo, pero cuando estaba siendo trasladado a su celda, un dementor le dio el beso sin que los aurores lo pudieran evitar, no era que lo intentaran de todos modos. Luego de eso llegó la muerte de su última hermana, Andrómeda Tonks y Harry se encargó de su funeral, después de todo era la abuela de su ahijado y no le costaría nada hacerse cargo de esos asuntos, mantenía su mente ocupada. Así como también se encargó del funeral de la demás familia de Narcissa.