Efímero

21. Un feliz atrasado cumpleaños

Capítulo 21 

—Muy pronto es tu cumpleaños —Cierra la puerta a nuestras espaldas después de llegar de quitarme el inmovilizador— ¿Qué quiere mi chica escorpio?

—¿Layla te dijo que soy escorpio? —Me acomodo en la cama.

—Si, también el significado de tu aura y las líneas de tu mano —Apoya la cabeza en mi abdomen— ¿Por qué no te gustan las fiestas sorpresas?

—No me parece emocionante asustar a alguien con una buena noticia o tal vez no me gustan porque nunca tuve una y ya es muy tarde para tenerla.

—Lo dice la anciana que cumplira veintiun años —Gira los ojos— me dices que quieres cuando lo sepas, aunque yo no sabía que quería y resultó ser un buen cumpleaños.

—Espera —Cerebro conectando— el día que me llevaste a casa, cumplías años ¿No?

—Si.

—¿Por qué no me lo dijiste? —Masajeo su cabello.

—No lo vi necesario. Mucho gusto Arthur Cartter, estoy cumpliendo veintiocho años ¿Los quieres celebrar conmigo?

—Hubiera podido decir que sí —Sonrie negando la cabeza— ¿Cómo es que tenías quince cuando nació Antonia?

¿Será que por eso es así? Por ser hija de adolescentes.

Deja de juzgar.

—Porque los cumplí el dos de agosto y ella nació el quince de agosto.

—Entiendo. Sé más cosas profundas de ti qué datos básicos de tu vida.

—Mi color favorito es el azul, me gustan las galletas de chocolate, tengo dos hijas, divorciado, economista, me parece imposible tener una sola canción favorita, animal favorito el cuervo, serie favorita Criminal Minds. Me gusta escuchar música así la vida tiene un poco de banda sonora para disfrutarla ¿Qué más?

—Eso ya lo sabía —Me sostengo sobre los codos para mirar su reacción— ¿Qué pasa con tu hermano?

—No lo se, se está convirtiendo en un asco y no sé cuándo dejé que empezara a serlo —Juega con el accesorio de su cuello.

—No es tu responsabilidad.

—Si lo es, cuando mamá murió él apenas tenía veinte años y se sentía tan desprotegido e indefenso, casi fue como si él fuera mi hijo, luego papá empezó hacer el trabajo de padre y no se como terminó en esto.

—¿Qué pasó con ella? —Es la conversación más larga que tenemos sobre todos ellos.

—Una muerte apresurada que marcó más que su propia vida.

—¿En verdad lo crees?

—No, eso lo dice mi papá —Desvia la mirada hacia sus manos jugando con ellas— su vida marcó muchas otras, por eso su muerte afectó

el curso de la mía, la de Tobias y la de papá. Dolía tanto que no podía llorar.

—¿Qué tal ahora? ¿Duele menos?

—No diría que duele menos, pero aceptó que su muerte era inevitable. Tenía cáncer pulmonar cuando lo descubrimos estaba muy avanzado, ella antes tenía enfermedad pulmonar obstructiva crónica y realmente no creímos que fuera algo diferente a eso. Sufrió demasiado, nosotros junto a ella, cuando decidió detener el tratamiento sabía que ya había tomado la decisión y también que Tobias me iba a odiar por apoyarla. A veces creo que si hubiera hecho más estaría viva.

—Los hubiera solo torturan nuestras decisiones Arthur.

—Creí que estaba tomando la decisión correcta. Probablemente no lo fue.