Capítulo 1. Nuevos Aires.

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Chris estaba muy nervioso por que solo le quedaba media hora para llegar a Londres y empezar una vida nueva, sin conocer a nadie, ni saber nada de su nueva ciudad. Él era un chico normal, bastante sencillo, es decir, el típico adolescente de 16 años que tenía sus problemas y sus alegrías, como todo el mundo vamos. Él era un chico tranquilo aunque también tenía su punto de locura que eso le gustaba mucho a la gente, era gay y eso no le supuso ningún problema ni para sus padres ni sus amigos, ya que lo aceptaron tal y como es y él se sentía a gusto consigo mismo. También le gustaba mucho la fotografía, lo consideraba como su mayor pasión, deseaba ser fotógrafo de mayor, pero bueno, lo veía más como un sueño que como una realidad aunque nunca perdía la esperanza. Era un chico alto, medía 1,80 y pico, tenía el pelo castaño y corto, bastante bien peinado la verdad, unos ojos de color miel preciosos y sobre todo una sonrisa bastante limpia con unos dientes muy cuidados que parecían marfiles. Al principio tenía miedo por si no sabía congeniar con los londinenses de allí y tenía miedo a quedarse solo durante el tiempo que estuviera allí, pero bueno él creyó que le iría bastante bien y así fue, al cabo de unos días ingresó en la escuelas de artes de Londres. Estaba muy inquieto por que era su primer dia y se pensaba que alli no se llevaria bien con nadie, pero al final conoció a una chica llamada Anastasia; era la típica inglesa rubia, muy blanca de piel con ojos verdes y la verdad, se podría decir que congeniaron muy bien. Después de un par de días en clase, Anastasia le dijo a Chris;

-Podemos vernos después de clase, ¿qué te parece?

- Chris le contestó -. Claro, por que no, me parece una buena idea y así me podrías enseñar un poco Londres y eso.

- Anastasia entusiasmada le dijo -. Trato hecho, a la hora de comer nos vemos.

Al terminar las clases Chris se fue directo a la cantina del instituto donde quedó con Anastasia para comer. Cuando terminaron, Anastasia lo llevó a un parque cercano que no pillaba muy lejos de su casa. Allí apareció un chico que Chris no conocía pero Anastasia sí , se llamaba Harry y era un chico moreno con ojos verdes, musculoso. Chris al ver sus ojos supo que su mirada era especial, su mirada transmitía cosas que otras miradas no podían hacer, y hablando de su sonrisa, su sonrisa le pareció una de las más bonitas de Londres, por no decir del mundo ya que tenía los dientes perfectos y tenía esa sonrisa tan pícara que podría enamorar a cualquiera; en todos los sentidos él era un chico perfecto. Los tres empezaron a hablar un poco para que Chris lo conociera, estuvieron un rato entretenidos hablando de la llegada de Chris y esas cosas pero unos minutos después, Harry decidió marcharse y se despidió de ellos dos. Al irse, Chris le preguntó a Anastasia:

-.¿Quién es?

-. Ella entre risas dijo-. Es mi novio, ¿qué te parece?

Chris se quedó plasmado con esa noticia y por un rato se quedó parado y pensativo, ya que le llamo mucho la atención ese chico.

Llegó la hora de irse a casa y Chris se despidió de Anastasia con mucha prisa por que llegaba tarde y no quería que sus padres se enfadarán con él, y más que no conocía mucho la ciudad. Al llegar a casa, sus padres le preguntaron que qué tal le había ido la tarde, él muy contento les dijo que bien aunque no vio casi nada de Londres y él estaba deseando seguir viendo la ciudad y cada uno de sus rincones. Chris se fue a dormir ese día temprano, ya que estaba muy cansado y un poco triste porque echaba de menos a sus amigos de su antigua ciudad y a su ex-novio que lo había dejado antes de venirse a Londres y la ruptura le había dejado bastante mal. Al día siguiente en el instituto, en clase, Anastasia le dijo que le habían invitado a una fiesta de cumpleaños de una del instituto.

-.Ella le preguntó, ¿quieres venir conmigo y con Harry? Me dijo mi amiga que podía llevar a quien quisiera.

No quería ir ya que no era plan de estar toda la noche viendo a Harry y a Anastasia dándose besos y las típicas cosas de novios, pero como quería ver a Harry y saber un poquito mas de ese chico que le llamo la atencion ,no quiso desperdiciar el tiempo, y él le dijo -. Claro, dime cuando es y la hora y ya nos veremos.

-Anastasia con una sonrisa de oreja a oreja le dijo-.¡AY! No sabes lo que me alegro de que vengas; pues allí nos vemos.

Diario de un adolescente homosexual.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora