El Elegido (m-preg) Doncel / sasunaru - Charamen

Un dobe hermoso

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Corría con todo lo que sus pies se lo permitía,  hace poco había perdido su caballo y un grupo de demonios estaban por alcanzarlo ...

Gaara: ¡¡Maldición!!, debo salir de aquí o esas criaturas me alcanzaran ....

Corrió hacia unos matorrales, al salir de ellos pudo ver un pequeño palacio abandonado, escucho como los demonios corrían en otra dirección  y fue ah  que se relajo un poco, guardo su espada, pero en el intento se corto el dedo indice de su mano derecha.

Gaara: ¡¡Maldición!!, debo secar esta sangre o llamara a esos espectros ....

El doncel fue adentrándose por el jardín de aquel palacio, en un descuido se tropezó con una piedra y cayó al suelo, al reincorporarse se percató que varias lianas escondía la estatua de un ¿Caballero?, Fue retirando las lianas y se sorprendió de ver a un joven alto de una extraña armadura, su cabello estaba atado en una coleta y tenía unas singulares ojeras

Gaara: que singular escultura ... No reconozco su armadura

Con sus ojos detallo el rostro de aquel caballero, con su mano delineó los delgados labios, pero se percató que la sangre seguia saliendo

Gaara: debo limpiarlo.   

El Doncel continuo con su inspección, se adentraria al palacio para buscar suministro, tan ajeno a su alrededor estaba que no distinguió la luz que emanaba de la escultura que hace un momento observaba.

  

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Se detallo una última vez en el espejo, con una sonrisa maliciosa se volvió a dar ánimos, su plan empezaría ahora mismo, sabía que su querido "esposo", era un ser sin un mínimo de paciencia, él se encargaría de agotarla y confiaba que con eso, lo echaría de su lado

Naruto: bien, tu puedes, no dejare que ese teme decida mi distinto, obachan y mi hermano suelen decirme que yo logro hacer perder la paciencia hasta al más calmado, pues Naruto Uzumaki, es hora de ponerlo a prueba

Dió un largo suspiro y con eso salió de su habitación, agradecía que Sakura le enseñará los lugares de aquel palacio, aún le era difícil recordar cada salón, pero la habitación de ese amargado fue lo primero que grabó en su mente, ahora estaba frente a su puerta, los nervios volvieron a relucir, pero se dió palmaditas de aliento, tocó un par de veces y cuando escucho el "adelante", de la voz de esa persona, fue que sonrió malevolamente.

Ingreso a la habitación y observo al varón sentado en un viejo sillón a lado de la ventana, no tan cerca de la chimenea, estaba leyendo un libro y no despegaba su mirada de este, luego detallo la habitación, muebles antiguos pero elegantes, dignos de un rey, la habitación  estaba condenadamente pulcra, de seguro tenía una fuerte obsesión con la limpieza.

Sasuke: si no me dirás nada puedes regresar a tú trabajo

Hablo sin mirarlo, el rubio sonrió, esto sería divertido. (susurro).

Naruto: pues no suelo hablar mucho en las noches

El varón elevó rápidamente su mirada, buscando al portador de esa voz

Sasuke: ¿Qué haces aquí?

Naruto: pues que más haría, dormir con mi esposo

El varón abrió abruptamente los ojos

Sasuke: que, que dijiste

Naruto: te has empecinado en decirme que está marca te hace mi esposo, ahora te extraña que esté aquí