Capítulo 4 : El nuevo empleado

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Narra la narradora:

-Hey ¿Qué haces Azumaya? - preguntó el pelinegro desde la rama del árbol.

-W-woah! Saijo san ... me sorprendiste.

-Lo lamento hehe - dijo bajando del árbol - Simplemente quería estar en un lugar alto.

-Es una buena manera de decirte a ti mismo bajo - rio un poco.

-Eres una basura - dijo sonrojado - Bueno ¿Qué haces?

-Es solo un trabajo en equipo ... ¿Quieres trabajarlo conmigo? - preguntó.

-P-pues claro - dijo evitando su sonrojo - ¿Qué debemos hacer?

-Es muy simple - tocó su mano - Solo hay que empezar por aquí.

Las palpitaciones que sintió en ese momento eran muy parecidas a las que sentía ahora, el pelinegro no sabía como reaccionar tenía un millón de preguntas ¿Cómo lo encontró? ¿Qué hacía aquí? ¿Quería tomar algún tipo de venganza? ¿Quería repetir ''eso''? 

Para Takato lo que había pasado en el hotel esa noche fue solo una aventura; un favor para su yo del pasado, pero no sabía que el castaño se lo tomaría tan a pecho.

Se mostraba tranquilo, con una cara serena sin mostrar amenaza ... pero solo Dios sabe que oculta detrás de ese rostro.

-¿Takato san? - preguntó acercándose a él.

-¿¡E-eh!? - se sobresaltó - ¿Q-qué pasa?

-Es que te saludé y usted no me respondió ¿Se encuentra bien?

-C-claro, claro - dijo revolviéndose el cabello - Me encuentro muy bien, un segundo ¿T-takato?

-Emmm perdón es que con lo de esa vez terminé siendo actuando un poco más cercano hehe.

''AH ¿Con que desde esa vez, maldito?'' pensó el azabache.

-Jaja no hay problema pero como estamos en trabajo te recomiendo que me llames Saijo san cariño~ - ''Ahí la tienes desgraciado'' pensó al ver que el castaño se sonrojaba.

''Maldita sea, no puedo evitar sonrojarme cuando me habla de esa manera'' se dijo para si mismo Junta, no quería perder esa batalla.

-Bueno en ese caso - se acercó y tomó el mentón del pelinegro y lo miró a los ojos - Tendré que esperar todo el día, Saijo san.

El corazón de Takato latía y no podía dejar de hacerlo, por lo que usó su última maniobra. 

Lo besó.

Ahora si el castaño ya no podía hacer nada más, simplemente se dejó llevar por el beso que le había dado.

Cuando el pelinegro se separó, inmediatamente revisó el currículo de Junta, este se sentía un poco nervioso y sonrojado por el beso anterior, mientras que el pelinegro lo leía atentamente.

-Azumaya Chunta eh.

-Es Azumaya Junta por si acaso - lo corrigió amablemente.

-Emm si claro - dijo algo avergonzado mientras guardaba el currículo - Bueno tengo que decir que  eres muy talentoso Azumaya kun.

-Muchas gracias.

-Pero no eres apto para este trabajo.

-¿Qué?

-Verás jovencito no quiero ser descortés pero siempre hay otras opciones, tampoco digo que seas malo para esto simplemente hay otros jóvenes más aptos que tú mientras tanto solo te digo que agradezco mucho que hayas venido  esta empresa.

Probablemente tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora