Capítulo 8: Esto es tan irreal.

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-Que descansen, se comportan. -nos dice mi mamá y me vuelvo a sonrojar.
-Si, suegra. Buenas noches. -dice Sebas que siempre me sorprende.
Mi mamá nos sonríe y se va. Cierro la puerta de mi cuarto con seguro y me siento en mi cama.
-Bueno, este es mi cuarto.
-Esta muy morado.
-Es lila, no morado. -le digo haciéndolo sonar obvio.
-Que organizada eres, todo esta limpio y en su lugar.
-Si no fuera por la señora de la limpieza sería un desastre, sinceramente. -le digo haciendo una mueca.
-Estamos igual, preciosa. -Dice sentándose a mi lado.
-Te amo.
-Preciosa, yo te amo más.
Me comienza a besar, al principio suavemente y después mas fuerte, hago que se acueste y me subo encima de el, sin poner todo mi peso encima.
Le quito la camisa, y después la playera, me da la vuelta y es él el que esta arriba ahora. Me quita la playera y me quedo en solamente mi sujetador. Siento como la pena se apodera de mí.
-Eres perfecta, ________.
Cómo no se que responder lo beso.
Está bajando mi pantalón cuando empieza a sonar su teléfono. Contesta y pone el altavoz.
-Hola.
-Marica, hasta que contesta.
-Estaba ocupado, Mario.
-¿En donde estas?
-En casa de mi novia, apunto de hacer algo importante.
- ¿Cual novia?
- Pues mi novia, parce.
-Sebastián, ¿desde cuándo tiene novia?
-Hace poco en realidad.
-¿Por qué no me había dicho nada, parcero?
-Uy marica que quiere, estaba ocupado. Y aun lo estoy.
-Ush, marica, mañana nos vemos.
-Si, Mario, adiós. -dice rodando los ojos Sebastián y cuelga.
-¿Es el Mario que creo?
-No se que Mario crees que sea, preciosa. -me dice sonriendo.
-Ay, si sabes. -le digo haciendo un pucherito.
-No preciosa no es Mario Bautista.
Pongo los ojos en blanco.
-Yo no me refiero a el, yo hablo de Mario Ruiz, y Bautista es mexicano, se le notaba acento colombiano al Mario con el que hablabas.
-Si era Mario Ruiz, preciosa. ¿Por qué? ¿Te gusta? -alza ambas cejas.
-No celoso, se me hace muy divertido pero nada más. -le digo rodando los ojos.
-Si tu dices. - me sigue sonriendo.
-Si, eso digo. Vamos a dormir ya.
-¿Qué?
-Estoy muy cansada, ¿tú no?
-Ush preciosa, esta bien.
-Sebastián, tenemos mucho tiempo para hacer lo que queramos y en dónde queramos, no te enojes.
-No me enojé, preciosa. También estoy cansado.
Los dos nos acostamos y agradezco tener una cama grande, si tuviera una cama chiquita no cabríamos. Me termino de quitar el pantalón y me vuelvo a acomodar a lado de Sebastián.
-Y así quieres que me controle, _______.
-Si quieres me lo puedo poner otra vez.
-No, quédate aquí, a mi lado. -me dice al mismo tiempo en que me abraza y yo nos pongo una sabana encima.
-Ahí es en dónde quiero estar siempre, amor.
-Me acurruco en su pecho y poco a poco mis párpados se cierran. Sebastián dice algo pero no alcanzo a distinguir que.

Al despertar Sebastián no esta, todo esta normal, en silencio, como cualquier sábado.

¿Y si en verdad todo fue un sueño? La simple idea hace que las lágrimas quieran salir.

Pero mi almohada huele a el y sigo en ropa interior, eso hace que me tranquilice. Checo mi reloj, son 7:30 de la mañana, me levanto, voy a mi clóset, sacó mi pijama y pantuflas, me los pongo y me dirijo a la cocina. Saco una leche del refrigerador, agarro un paquete de galletas de la alacena, y saco dos vasos, me lo llevo todo a mi cuarto. De regreso Sebastián sigue sin aparecer. Salgo a buscarlo, escuchó una risa de Nicole que proviene del jardín y voy hacia allá. Veo que está jugando a las barbies con Sebastián e inevitablemente sonrío, sin dudas el será un gran padre. El está haciendo caras raras y voces chillonas, eso provoca que me ría y los dos notan mi presencia.
-Preciosa, buenos días ¿quieres jugar? - me invita Sebastián estirando sus brazos para que lo abrace. Me tiro a su lado y lo abrazo. El me besa la frente.
-Buenos días, Sebas. No se, pregúntale a Nicole.
-¿Puede jugar ______? -le dice Sebas juntando ambas manos en forma de suplica.
-No. -Responde Nicole enseñándome la lengua. Se la enseño también y Sebastián comienza a reírse.
-Mi niña de 17. - me dice besándome la frente.
-Oye, ella empezó. - digo, cruzándome dé brazos.
-Tu empezaste, ________. - dice Nicole.
-Si, Nicky, yo empecé y tu siempre tienes la razón. Bueno, al parecer sobro aquí, me voy.-Me pongo de pie y Sebas me jala del brazo para que caiga otra vez.
-Quédate, preciosa.
-No, tu juega con Nicky, yo me voy a bañar. En mi cuarto te deje leche y galletas por si quieres, amor.
-Quédate, te puedes bañar después, preciosa. Terminando de jugar los 3 podemos ir por leche y galletas. -Dice guiñándome un ojo.
-Nicole no parece estar de acuerdo. Juega con ella, yo voy por la leche y eso.
-¿Y regresas? -me dice haciendo un pucherito. Así como negarme.
-Si, Sebas. - Lo beso y me levanto para ir a mi cuarto, agarro nuestro "desayuno" y también mi celular.
Regreso al jardín y ellos siguen jugando, mi hermanita se ve tan contenta, y mi novio igual.
-Aquí está. - le doy todo a Sebastián y el lo acomoda en el centro de la casa de barbies.
Saco mi celular y pongo la cámara.
-Voltea, amor.
-Espérame, va a ser nuestra primera foto, quiero salir bien.
-Tu siempre te ves bien, Joan.
-¿Escuché bien? ¿Acaso estas coqueteando conmigo, preciosa? - me dice fingiendo inocencia.
-Tal vez, amor. -le digo guiñándole un ojo.
-Ya tómense la foto. -dice Nicole emocionada con la galleta en la boca.
Me deshago la coleta y dejo que mis rizos caigan. Mi fleco es un desastre, necesito plancharlo para que se vea bien.
-Nicky, vas a tener que esperar, voy a plancharme el fleco.
-Te ves bien, ________. -me dice Nicole y quedo sorprendida, ella nunca me dice que me veo bien.
-No, Nicky. -Volteo a ver a Sebastián que esta comiéndose una galleta. Le quito su gorra y me la pongo de modo que la visera quede hacia atrás.
-Ahora yo estoy despeinado. -dice cruzando los brazos.
-Pero tu te ves guapo, yo no.
-Tu te ves preciosa.
-¡La foto! -grita Nicky, sacándonos de nuestra plática. Le pongo los ojos en blanco y ella me responde sacando la lengua.
Me acerco a Sebastián y el pasa su brazo por mis hombros. Pongo la cámara frontal.
-Sonríe, amor. -le digo.
-No es necesario que me lo digas, es inevitable que sonría cuando estoy contigo. - Lo beso, es mi forma de respuesta a sus dulces palabras.
-¡La foto! -dice desesperada Nicole. La ignoro y volteo a la cámara.
Sonrío y tomo la foto. La abro y la veo, me encanta. Los dos nos vemos felices, hasta podría decir que ambos nos vemos mas que enamorados. Le paso el celular a Sebastián para que la vea.
-Te ves tan perfecta cuando sonríes.
-Sin ti no sería posible.
-¡Yo la quiero ver! -grita Nicole y Sebas le pasa el celular.
-Que bonitos se ven. Tómense más.
-Tómanos una tu, princesa. -le dice Sebastián a Nicole que se le ilumina la mirada y muy rápido se pone de rodillas.
-Volteen, a la cuenta de tres, y hagan muchas caras que les voy a tomar muchas.
-¿Te dije alguna vez que eres mi hermana favorita?
-No tienes otra. -dice encogiéndose de hombros.
-Pero si la tuviera tu serías mi favorita.
-Ya lo sé. -dice tan vanidosa como siempre. -Uno... -Cuenta Nicole mientras Sebastián y yo nos acomodamos.
-Dos y Tres.
Hago todo tipo de caras, volteo a ver a Sebastián y el también me voltea a ver, nos acercamos muy lento y nos besamos.
-¡Awwwww! Vean estas fotos, debería de ser fotógrafa. -dice demasiado emocionada Nicole y nos pasa el celular. Es demasiado inteligente, yo a los 8 apenas y sabía usar mi celular de juguete.
Las vemos juntos, en una salimos los dos sacando los dientes como conejo, hay otra en la que salgo demasiado mal pero Sebastián sale perfecto así que no digo nada, de verdad tomó muchas fotos, llegamos a la foto en donde los dos nos estamos mirando, mi corazón se acelera, es una foto perfecta, parece sacada de Tumblr. Paso a la siguiente, nuestras miradas siguen unidas pero ahora estamos mas juntos, es tan perfecta como la anterior, la cambió por la qué sigue, Sebastián y yo estamos besándonos, mi corazón se acelera, Nicole se merece un premio por esas fotos.
-Todo esto me parece tan irreal. Es demasiado perfecto. -le digo a Sebastián.
-Pues vete acostumbrando, que así será siempre de ahora en adelante. -me responde y me besa.

¿Destino o Casualidad? «Sebastián Villalobos y Tú»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora