Principios de julio
Miércoles. 18.30. Hotel Kia Ora Spa. Rangiroa, Polinesia francesa
Miro a Luna dormir en la cama y no puedo dejar de sonreír. Está boca abajo y la sábana le tapa el trasero. La siesta para ella es sagrada y para mi hacerle el amor antes de dormir también lo es. Me revuelvo el pelo con los dedos y me acerco hacia la puerta corredera que da a nuestra piscina privada. Llevamos aquí en Rangiroa, casi 5 días. Ni Luna ni yo habíamos estado nunca tan lejos de casa. Por eso estamos los dos en la gloria. Tranquilos. Sin nadie que nos moleste y pasando unos días increíbles. Esto es un paraíso como ella es la reina del mío.
Hemos hecho miles de planes para cuando volvamos a España. Mi novia se queda conmigo hasta que me vaya a la pretemporada con el Atlético a China. Luego volverá a casa y le dirá a sus padres que se viene a vivir conmigo. Hemos dejado la búsqueda de vivienda para cuando volvamos de vacaciones. Marco me ha dicho que en su misma calle venden una casa y ya hemos quedado en ir a verla. Mi destino es estar cerca de mi amigo si.
Todo esto nos va a cambiar la vida. Lo sé. Pero, nos la cambiara juntos que es lo que yo quería. Porque la quiero. Quiero a Luna con toda mi alma y ya no concibo nada sin ella. Y sé que vamos a estar bien en Madrid. Lo sé. Es una de esas cosas de las que estoy muy seguro. Y mi instinto no me falla, la mayoría de las veces.
- Rodri
Me giro al escuchar la voz de Luna. Le doy una sonrisa mientras avanzo hasta llegar a la cama. Acaba de despertarse de la siesta y está preciosa adormilada. Me siento a su lado mirando como se restriega los ojos.
- ¿Has dormido bien? -le pregunto acariciando su mejilla
- De maravilla. He soñado y todo -me contesta conteniendo un bostezo. Se ríe al hacerlo y se lleva las manos al pelo para ponérselo detrás de la oreja
- ¿Algo guarrillo? -le guiño un ojo y ella rueda los suyos ladeando un poco su cabeza
- No, no era guarrillo -Luna me saca la lengua y me hace burla durante unos segundos
- Es que si era guarrillo y quieres que lo haga realidad, sólo tienes que decírmelo. Estoy aquí para cumplir tus fantasías nena -Luna se muerde los labios retándome con la mirada. Si supiera lo sexy que está haciendo eso
- Ya te he dicho que no lo era
- Que decepción. ¿Y no tienes ninguna fantasía? Lo digo por si puedo ayudarte
Luna se moja los labios de nuevo y se lleva las manos a la cara sin dejar de reírse. La estoy provocando. Lo sé y me gusta. Porque sus mejillas se sonrojan y me mira algo nerviosa. Se levanta un poco de la cama acercándose hasta casi rozar su nariz con la mía.
- Hacerlo en la piscina
Luna me mira medio riéndose volviendo a sentarse en la cama. Trago saliva y mi pene empieza a cobrar vida en mis pantalones. Imágenes de ella, yo y la piscina. Nuestros cuerpos enredados. Y sexo, mucho sexo, acuden a mi mente haciendo que esté ya duro como una piedra.
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𝑷𝒊𝒆𝒏𝒔𝒂 𝒆𝒏 𝒎𝒊
Teen FictionRodri, joven promesa del fútbol y estudiante universitario de Económicas. Luna, su compañera de clase. La primera vez que se aleja de su casa. De su lugar seguro. Unos apuntes. Una mirada. Una invitación... Y todo su mundo acabará patas arriba...