¿Que ha pasado?

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Cuando desperté aún seguía ahí, en aquel antro. No sé cómo he podido acabar así, me duele la cabeza, huelo muchísimo a alcohol y lo peor no sé porque no llevo los zapatos. Cojo el móvil para ver qué hora es, pero por desgracia para mí está totalmente muerto.

Así que me pongo a buscar los tacones en el cuarto y decido salir de aquella oscura habitación en la cual me encuentro. Nada más salir del cuarto me deslumbra un sol radiante, así que supongo que ya es de día, me dirijo al baño de la discoteca para ver mi apariencia, ya que seguramente no será la mejor. Cuando enciendo la luz veo en el desastre que se ha convertido mi cara, estoy muy pálida por la resaca, tengo unos grandes círculos lilas debajo de los ojos, todo el maquillaje corrido hasta el punto de que parezco un panda y el pelo revuelto y sucio. Pero cuando me fijo mejor veo unos moretones rojos y lilas en mi cuello, y en ese momento empiezo a plantearme con más seriedad lo que ocurrió ayer por la noche.

Me lavo la cara e intentó quitarme el maquillaje con agua y trato de taparme el cuello lo máximo posible con el pelo.

Cuando salgo me aproximo a la barra para pedir un cargador de móvil y un café para intentar despejarme. Gracias a dios el chico que está en la barra es mi conocido y amigo Theodoro.

Cuando me ve en su cara aparece una sonrisa pícara y eso me hace pensar que ayer me desmadré demasiado.

-Dime por favor que ayer no hice nada de lo cual ahora tenga que arrepentirme-le digo con la frente pegada al mostrador por el dolor de cabeza.

-No sé, míralo tú misma.-Me dice mientras me entrega su móvil y un café con una sonrisa en su rostro.

No lo puedo creer, en la primera foto salgo yo con dos chupitos en las manos al lado de Nuria, mi mejor amiga. En otra aparezco besándome con Erik, el mejor amigo de mi hermano, lo cual hace que si mi hermano ve estas fotos me mate. Y hay muchísimas más fotos las cuales no dicen nada bueno sobre mí.

-Mátame!!!- Le pido con las manos tapándome la cara.

-Tranquila mañana ya nadie se acordará de esto. Y aparte no eres la peor, te aseguro que si vieses las fotos y videos de los demás aún te alegrarías y todo de las tuyas.

-No sé, supongo. Pero no volveré a beber nunca más.

-Si si lo que tú digas, sin embargo acábate eso y vete a casa a descansar un rato que te hace falta que pareces un zombi-me dice riéndose.

-Tienes razón, me voy hasta otro día-le digo despidiéndome con la mano.

Cuando salgo de ahí voy lo más rápido posible a mi casa, ya que el sol y el ruido de la gran ciudad me molestan. Y aparte mi aspecto tampoco es el mejor para pasearme por ahí. Por suerte no vivo muy lejos de la discoteca.

Cuando llego a casa lo primero que veo es a mi madre mirándome con el ceño fruncido y cara de enfado.

-¿Dónde estabas Laila? Me tenías preocupada-me dice casi gritando, lo que hace que aún me duela más la cabeza.

-Me quede en casa de Nuria a dormir, no te pongas así-le miento.

-¿Y por qué no me avisaste?

-Se me quedó el móvil sin batería y Nuria no tenía un cargador compatible con mi móvil. Y ahora si no te importa me voy a echar un rato que nos quedamos toda la noche viendo la casa de papel- vuelvo a mentirle.

-¿Cuántas veces te he dicho que te lleves un cargador contigo siempre? Anda tira para la cama que me tienes contenta.

-Hasta luego mami.-Le digo con una sonrisa angelical mientras me dirijo a mi cuarto.

Cuando entró lo primero que hago es tirarme a la cama sin cambiarme ni nada y al instante me quedo profundamente dormida mientras rezo para que theodoro tenga razón y nadie se acuerde de lo que pasó ese viernes noche.

Viernes nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora