Soñé que me encontraba dentro de una universidad o instituto, algunos de los jóvenes que se encontraban allí eran como bosquejos a medio colorear: En un momento dado, una especie de granada o explosivo era tirado dentro de uno de los salones, y yo intentaba huir, saltando desde un balcón: Yo fallaba en mi primer intento de huida, no consiguiendo saltar fuera del balcón. Sin embargo, en el segundo intento, yo conseguía llegar hasta la calle sin ningún problema, a pesar de encontrarme en un cuarto piso.
Yo me alejaba caminando tranquilamente por la vereda, aunque me parecía un poco extraño que nadie más que yo hubiese intentado huir del edificio, así como el hecho de que no se produjese ninguna explosión: La calle estaba sumida en la calma más absoluta, y al final de la cuadra se encontraba un puesto de periódicos al lado del cual jugaba un niño pequeño, casi un bebé.
Al doblar la esquina, me encontraba con un edificio en ruinas, que yo estaba seguro era aquel mismo instituto del que yo acababa de escapar.
En un balcón, se encontraban varios niños y adolescentes, formando una ronda, jugando y saltando alegremente.
Ellos me llamaban por mi nombre, cantando al unísono: "Únetenos, únetenos".
Pero aunque se veían muy felices, yo estaba seguro de que había algo extraño en esas personas.
No sé cómo, pero estaba seguro de que todos esos muchachos estaban muertos, y lo que yo veía era a sus fantasmas, por muy reales y cercanos que pudiesen parecer.
No había nada siniestro y terrorífico en ellos; nada amenazante. Pero aun así yo me decía de forma inconsciente que todos ellos estaban muertos.
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Diario de Sueños y Pesadillas
Non-FictionPues eso, un diario de las cosas que sueño últimamente.