Cuando todos salieron del templo y corrieron hacia la nave, Alina se detuvo y observó a Álefer.—Ven con nosotros —le dijo ella.
—Temo que no será posible. Tu planeta y sus habitantes no están listos para aceptarme aún —contestó Álefer.
—¿Y que harás? ¿A dónde irás?
—No regresaré a Cówan. Me buscarán, así que estaré escapando por un tiempo.
—Pero...
—Tranquila, ve con tu familia, yo te contactaré en cuanto pueda —dijo Álefer acariciando el rostro de ella—. Vete, te están esperando.
Alina se alejó de él con dolor. Una vez que subió a la nave todos estaban allí, esperándola.
—¿Qué sucede? ¿Qué hacen? ¿Porqué todavía no encendieron la nave?
—Al, todos creemos que deberías ir con él —dijo Alicia.
—¿Qué dices? No, eso no es posible. ¿Y ustedes? No puedo dejarlos a un lado.
—Ali —dijo Lucas acercándose a ella—. Tú siempre diste todo por nuestra familia, pero ahora es momento que vayas tras una nueva. Eres su familia ahora, y te necesitará.
—Adelante, hermanita —añadió Maikel—. Siempre nos tendrás, no te preocupes.
Alina los observó a todos con ojos lagrimosos. Luego miró a Cónfer, el cual dijo con una sonrisa.
—Corre.
Por su parte, Álefer con tristeza caminó hasta donde estaba su nave. Estando ya dentro, se dirigió a la cabina de control, dónde a través del cristal vió como la nave de Alina se alejaba en el aire. Y con gran tristeza y resignación encendió los propulsores, pero justo cuando iba a despegar, miró nuevamente hacías afuera, entonces la vió, Alina venía corriendo hacia allí.
Su corazón se llenó de una felicidad inconmensurable jamás sentida. Apagó los propulsores y bajó de la nave.
Una vez afuera, él también corrió hacia ella, y estado ya cerca uno del otro se abrazaron con gran intensidad. Álefer era tan alto que Alina quedó suspendida en el aire por su abrazo.—¿Qué haces? —preguntó él—. ¿Enloqueciste?
—Sí, estoy loca. Y ésta locura te acompañará de ahora en adelante. No podrás librarte de ella.
—Alina Warriors, eres... Más que maravillosa.
Él acarició su rostro y sin aguantarlo más, la besó, con una pasión tal, que la estremeció hasta los huesos. Ambos solo podían sonreír, por fin estaban juntos, por fin ya todo estaba bien. Juntos subieron a la nave de Álefer y se fueron del planeta.
Por otro lado, en Cówan, la reina estaba en su habitación caminando de un lado a otro, totalmente aterrada.
—Estás asustada.
La reina volteó, era su hermana Londra.
—Supongo que debes estar feliz, la oscuridad vendrá y me reclamará. Ahora podrás apoderarte de mi trono.
—No... El trono será ocupado por su legítimo heredero. Él y su compañera liderarán la casa Doom, con justicia y prosperidad. Ese es el futuro.
—No permitiré que esto termine así. Me vengaré.
En ese momento una gran masa de oscuridad se formó en el centro de la habitación, y de la misma salieron dos sombras con forma humana; sin embargo no tenían rostro.
Ellos solo quedaron allí, parados junto a ese portal, esperándola.
La reina observó a su hermana, y dijo sus últimas palabras.—Volveré.
—Lo sé. Pero falta mucho tiempo para eso aún —contestó Londra.
La reina caminó hasta donde estaban aquellas sombras, luego los tres ingresaron al portal obscuro y desaparecieron.
Luego de eso, Londra le envió un mensaje a Álefer, informándole lo ocurrido, y solicitándole que se presentara en el palacio.
Sin decirle nada a Alina, él fijó ese nuevo curso. Luego de un corto tiempo, ya se encontraban en el área de naves del palacio de Cówan. Al descender Alina se encontró con los soldados que los recibieron con una reverencia. Ella no podía entender lo que sucedía.—Álefer ¿Qué es esto?
Él tomó su mano mientras contestaba.
—Confía en mi.
Álefer la llevó hasta la sala del trono, Alina quedó asombrada por tanto lujo y esplendor. Observó el trono con detenimiento mientras Álefer se paraba detrás de ella.
—¿Porqué estamos aquí? ¿Porqué me enseñas esto?
—Porque yo debo sentarme en ese trono —Alina lo miró sorprendida—. Mi madre se a ido. Ahora tengo la oportunidad de arreglarlo todo. De detener las invasiones, no más sufrimiento para nadie. Pero te deseo más a ti.
Álefer se arrodilló ante ella.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó Alina confundida.
—No tomaré el trono, si no estás a mi lado. Si tu decisión es irte, yo te seguiré. La corona, las riquezas, nada de esto importa si no te tengo. Ahora tú decides.
Álefer bajó la mirada en espera de la respuesta de Alina. Ella, conmovida por sus palabras, le extendió la mano mientras decía.
—De pie... Mi rey —él la miró con sus ojos iluminados—. Rey Álefer.
Él tomó con seguridad su mano, la mano que jamás soltaría.
FIN.Agradezco de todo corazón que leas mis escritos. Dentro de poco volveré con una nueva historia. Si te gustó ésta no olvides darme tu "me gusta" y seguirme. Ustedes mis lectores son mi inspiración y mi aliento a seguir haciendo lo que amo, que es escribir estos mundos fantásticos.
Les cuento algo... Nadie en mi entorno cree que tenga talento en esto. Siempre me desalentaron a que no escribiera porque no había ningún sentido en eso. Así que cuando leo que alguno me dice que le gustó mi historia, una felicidad indescriptible llena mi corazón dolido. Desde mi pequeño rincón de la tierra soy feliz cuando alguien disfruta lo que escribo. Así que gracias a todos. Los quiero y les deseo la mejor de las suertes. 💖🥰🤗😍❤️💓😚
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GUERREROS El Vínculo
Science FictionDespués de recuperar el planeta tierra, Alina y su familia deberán embarcarse en una misión por el universo, para así conseguir un artefacto que proteja la tierra de otro posible ataque. En el trayecto, conocerá otros planetas y nuevas especies, ten...