Eclipse

• Capítulo 3 •

"Ni una simple sonrisa, ni un poco de luz, en sus ojos profundos.
Ni siquiera el reflejo de algún pensamiento que alegre su mundo".

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Levi se encontraba recostado a un árbol observando cómo el sol se ocultaba poco a poco, mientras el cielo se oscurecía débilmente con el pasar de los minutos y una espesas nubes cubrían todo el cielo ocultando a la Luna que ya venía asomándose.

Hasta que escuchó el molesto sonido que esperaba que no llegara nunca.

La campana sonaba una y otra vez.
El príncipe decidió ignorarla, no quería ir a esa estúpida reunión y menos al saber que tocarían el tema de su compromiso con Petra.

Pasaron los minutos y aquel sonido sonaba como si fueran advertencias hacia él para que llegara a la cena, hasta que logró escuchar pasos acercándose a su dirección, y el príncipe sabía que se trataba de uno de los mayordomos personales de la reina.

- Su alteza. - Empezó a hablar el mayordomo mientras hacia una reverencia a Levi. - La reina solicita su presencia en el salón principal.

El príncipe se mantuvo en silencio con su mirada al frente sin desviar la mirada hacia el hombre a su lado.

Se quedó así por unos segundos más, hasta que finalmente decidió caminar y empezar a dirigirse a dicho lugar, sabía que no tenía de otra más que hacerlo.
Mientras el mayordomo lo seguía a unos pasos atrás de él.

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En la mesa estaban sentados el rey, la reina, Petra y su padre.
Y a lo largo de esta habían distintos tipos de comida gourmet mientras varios mayordomos servían las bebidas  y los platos a cada uno de los presentes.

Al entrar, Levi se sentó en uno de los lugares disponibles sin decir ni una sola palabra.

- Llegas tarde. - Habló Yelena mientras tomaba una copa de vino, dirigiéndole una mirada de desaprobación a Levi quien no pasó desapercibida dicha mirada, sin embargo decidió no prestarle mucha atención.

- Bien, ahora que están todos presentes, brindo por el inicio de esta cena familiar celebrando por el comienzo de un nuevo reinado. - Esta vez habló el rey mientras alzaba una copa de vino, acción que todos los demás repitieron en señal de brindis, a excepción de Levi, claro.

La cena transcurrió con todos hablando entre sí animadamente, Erwin platicaba con el padre de Petra, mientras Yelena hablaba con Petra acerca de cómo quería su vestido de boda, entre tanto Levi se mantenía en silencio y sin siquiera tocar su comida.

Petra era conciente de que el príncipe no estaba para nada feliz por su visita al castillo, de vez en cuando dirigía miradas a Levi para ver si podía entablar una conversación con él, pero este parecía no prestarle ni la más mínima atención, se sentía incómoda ante la indiferencia que el azabache mostraba con respecto a ella.

Pero a pesar de todo, Petra sentía amor por el príncipe, quería casarse con él, pero este mostraba de todas las formas posibles, no estar de acuerdo con el compromiso.

No obstante, en el fondo, a Petra le tranquilizaba de cierta forma, el hecho de saber que no había forma de que el matrimonio se disolviera, también sabía que Levi no tenía de otra más que aceptar su destino.