🐺 Jikook 🐺

II

Jin llevaba veinte años viviendo con su tío Namjoon. Él era pura energía, media un metro setenta y nueve, y era una persona delgada a pesar de comer demasiado. A Jungkook todavía le sorprendía que él hombre estuviera involucrado con su tío. El tío Namjoon era más alto, más grande y rara vez mostraba sus emociones.

En la actualidad, Jin estaba muy cabreado.

—Ese pobre joven. — rabió Jin. — ¿Se imaginan? Esta acoplado a ese idiota. ¡Acoplado! Él sólo lo agarró y lo mordió.

El tío Namjoon suspiró. — Él sabía que no debía salir de noche. Todo el mundo sabe que estamos en estas épocas del año. Si Taehyung no quería un compañero entonces no debería haber salido de noche. — Namjoon tomó un sorbo de su café y le frunció el ceño a Jin.

Jin le devolvió la mirada. — Él quería echar un polvo, no salió a buscar un compañero. Hoseok no se limitó a sólo follarlo sino que también lo mordió y acopló con él.

El tío Namjoon le dio a Jungkook una débil sonrisa. — Lo siento. Estás perdido ¿verdad? Tienes esa mirada aturdida en tu rostro.

Jungkook arqueó la ceja. — Un poco.

Jin dejó las servilletas de papel sobre la mesa del comedor y se sentó con una rabieta.

—Es la temporada de apareamiento. La luna hace que... bueno, eso no importa. El punto es que todos los años durante unas semanas los hombres lobos se ponen demasiado calientes y esto comenzó hace tres días. Es la manera natural de que ellos engendren uno o dos cachorros. La mayoría de los hombres tienen el sentido común de ponerse condones. Pero anoche uno de ellos mordió a un amigo mío y no uso protección. No se limitó a follarlo como la madre naturaleza le empuja hacer. Él le mordió durante el sexo. — Jin le lanzó una mirada a Namjoon. — ¿Le explicaste lo que es el apareamiento?

Jungkook negó con la cabeza y respondió antes de que lo hiciera su tío.

—En realidad no. Él evita hablarme sobre el sexo a menos que sea para advertirme de los peligrosos que pueden ser los hombres lobos.

Jin tomó un sorbo de café. Jungkook pensaba que Jin no debería tomar cafeína pero sabiamente no se lo menciono al hombre imperativo. Jin parecía a punto de estallar mientras se pasaba los dedos por el pelo castaño y negaba con la cabeza.

—Tu tío y yo vivimos juntos y somos pareja, pero no estamos acoplados. No quiero eso. Ya estuve acoplado cuando era más joven y no me gusto. — la mirada de Jin se quedó en Jungkook. — Un hombre acoplado piensa que es tu dueño, no para de darte órdenes y te trata como si fueras de su propiedad. Lo llevan en la maldita sangre. Nosotros tenemos sexo. — Jin se señaló a sí mismo y luego a Namjoon. — Él me puede morder todo lo que quiera, pero sin condón, no hay amor. Ese es nuestro lema. Nosotros lo usamos siempre. Un hombre solo puede acoplarse si durante el sexo, muerden y derraman su esperma dentro de su pareja.

—Él no quiere saber eso. — suspiró Namjoon y miró a Jungkook. — Dile que no quieres escuchar esto.

Él no le hizo caso. — Cuéntame más.

—Cuando no usan condones te marcan en el interior y cuanto más hueles a ellos, más fuerte será el impulso de morderte. Una vez que estés acoplado tu cuerpo solo huele a él. Es una forma de decirles a los demás hombres que le perteneces a alguien. Una vez que están acoplados, todos estos genes glipollas y dominantes que están ocultos en su sangre salen a la superficie. — Jin resopló. — Y entonces pobre pareja que aceptó el apareamiento, se encuentra dominado y en cuyo caso embarazada de un capullo que sólo sabe darle órdenes.

—No es tan malo, Jin. — dijo Namjoon.

— ¿Has estado acoplado? — Jin le fulminó con la mirada. — Estuve acoplado, Namjoon. No me digas que no es tan malo.