UN ENCUENTRO

C A P I T U L O - V E I N T I T R E S

CAPÍTULO VEINTITRÉS

Eran alrededor de las ocho de la noche, estaba sentada con mis amigas, tomando gaseosa. Ellas estaban opinando de todo el mundo acá, pero, claro, ellas...

—No, claro que no, nosotras no estamos criticando, solo opinamos—Hallie dice con una sonrisa burlona

—Hallie—Luciana se ríe negando con la cabeza

Miré a Milan desde lejos y le sonreí cuando él también me vio, estaba con sus amigos conversando animadamente. Sonreía muy feliz.

El timbre sonó en medio del bullicio y todos, chismoso, fuimos a ver la puerta.

Milan caminó rápidamente hacia ella junto a su madre, pasó por mi lado y abrió la puerta, un poco.

—¿Quién será?

—Ni idea—me encojo de hombros tomando mi bebida.

—No...Puede...Ser—Luciana abre la boca exageradamente, mirando hacia la puerta.

Hallie y yo lo hicimos y me tensé.

Tatiana pasó, chocó con Milan y empezó a buscar a alguien a su alrededor.

—Te está buscando...—susurró, Luciana

Su mirada chocó con la mía y luego miró a mis dos amigas. Volví a ver a la puerta, y entraron dos personas más; una mujer embarazada y alguien...que se parecía mucho a Milan.

—¿Su padre?—Hallie arrugó en entrecejo

—Si—murmuré.

Milan no se veía incómodo pero tampoco satisfecho. Cuando volteó, notó que lo miraba y suspiró, derrotado viniendo hacia acá.

—Él es mi padre y su esposa— carraspeó, sentándose a mi lado

—Nunca lo había visto—Hallie se le quedó mirando, examinándolo.

—Es idéntico a ti—Luciana exageró.

—¿A mí?—se rió, sin gracia y fruncí el ceño porque nunca lo escuché reír en ese tono— Soy mejor que él en muchos aspectos—susurró bajo, mirando sus manos, logrando que solo yo llegue a escuchar

Mis amigas siguieron alardeando entre ellas, pero yo solo miré a Milan, confundida

—¿No te agrada que esté aquí?

—No, la verdad no.

—¿Por qué? Es tu papá— hice una mueca—Habrá cometido errores, pero es...

—Lary, ha hecho cosas que no te imaginas, lo respeto, pero no lo estimo tanto como debería.

—No te entiendo porque no pasé por esto, pero...Ok —dije lo que pensé, haciendo una mueca

—No te pongas así—se quejó

—No me estoy poniendo de ninguna manera, solo hablé

—Sonó más a una queja, Lary

—Oh, perdón por ser así entonces

—¿Qué?—dijo totalmente desentendido—¿Qué tienes?

—No tengo nada—rodé los ojos

—¿Por qué te comportas así?

—No sé—bufé—Solo no me quejé, y ya

—Bien, está bien.

De repente me fastidió mi propia actitud, al quererlo saber todo. Apreté mis labios avergonzada y tratando de que eso haya sido ya olvidado.

Voltee a verlo y él, inesperadamente estampó sus labios con los míos. Me sorprendí por lo inesperado que fue, pero no me alejé.