II

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Los zombies no existen, eso probablemente te han dicho toda la vida, la definición de la palabra se refiere a esta como una persona que carece de cerebro, pero aún asi es capaz de estar vivo, yo soy un zombie, pero carezco de mente y alma.

Un año paso desde lo que ocurrio con Espe, y aún con tanto tiempo, nunca llegue a alcanzar un vinculo o amistad con alguien mas a como lo hice con ella, y fui reesponsable de cargar con el peso de su muerte hasta el día de hoy, solo espero que este descansando en paz en un lugar sin gente egoísta, sin sufrimiento, solo un limbo donde no haya sentimiento alguno, así es como quería morir.

Ya habia salido de la escuela, empece a estudiar de un momento a otro, todo fue tan rápido que ni siquiera fui capaz de prepararme para ello. Ya llevaba dos meses viviendo solo en un departamento lejos del pueblo donde solía vivir, mis padres realmente estaban dispuestos a dar todo por hacerme un profesional en lo que sea que fuera, y eso me dejaba con una carga de reesponsabilidad tan horrible y miedo a decepcionarlos, aún no sabía que me esperaba el futuro, ni siquiera quería un futuro a ese punto de mi vida, había vivido tantas feas experiencias que lo menos que quería era seguir con mi vida, pero la carga me mantenia vivo, sin capacidad de pensar o expresar alguna emoción mas que no fuera nihilismo.

Estudiaba Licenciatura en Lengua y Literatura, al principio mis papás lo tomaron como algo estúpido, que no podria vivir de eso; a veces pareciera que me ignoraran, que pasaran totalmente de mi, es como si realmente no me miraran a los ojos al hablar, o tal vez si lo hacian pero mi rostro les daba tanta pena y asco que preferirían ignorar el hecho de que me sentía destrozado y seguir con el tema que solo me destrozaba mas, luego de una larga discusión sobre el futuro, que como odio esa palabra de mierda, mis papás por primera vez en mi vida me dejaron tomar una decisión grande por mi mismo, a veces siento que todavia me tomaran como un niño pequeño que no sabe a donde se dirige, y a pesar de que es así, tengo la capacidad y razonamiento para decidir que es lo que yo quiero, o tal vez haya sido la euforia del momento por llevarles la contra y sentir que gané una discusión al fin, que por fin salieron de sus morales de pensar que por ser mayores siempre tienen la razón.

Y así termine en un departamento, en una ciudad que relativamente es la mas cercana a mi pueblo pero al ser mi pueblo un sitio situado en un area montañosa la ciudad aún seguía estando lejos, no podía sentir el aire ni la nostalgia de mi pueblo nunca más, y a pesar de ser un arma de doble filo que me recordaba los mas horribles y lindos recuerdos, me gustaba estar allí. Mi departamento era pequeño, estaba en el ultimo piso de un edificio pequeño, pero estable, en las noches a veces pasaba frío, no sabía si era por estar en un piso tan alto o por el miedo de convertirme en una persona mas en esta sociedad; Era simplemente una pieza con un baño, nada mas, cada vez que quería desayunar o almorzar debia bajar al primer piso donde una viejita nos atendía dandonos comidas que levantaban un poco el animo, el ambiente allí sin embargo siempre se sentia vacio, subir cada piso y no escuchar ruido alguno, solo silencio, pareciera que es algo reconfortante, pero cuando veías a aquellas personas saliendo de aquellos departamentos entendias el origen de la ausencia de ruido, todos parecian centrados, algunos concentrados con sus estudios y otros ya trabajando, parecian robots dentro de una fabrica, todos con un horario programado donde cada acción y decisión que hacian no era decidida por ellos mismos, pero yo era un zombie, no tenia derecho a opinar.

Las clases no eran tan agobiantes como en la media, pero aún asi acostumbrarme a grandes cantidades de gente se me seguia haciendo tedioso.

El profesor era exactamente lo que te imaginarias cuando te hablan de un escritor, vestimenta que trataba de asimilar con el estilo antiguo, una boina, un mostacho que parecia estar mas cuidado que hijo unico, y unos ojos que parecia que no descansaban de hace tiempo, para nada me desanime al verle, al contrario, me motive por poder alcanzar lo que el era. La clase fue larga y si bien no me parecio aburrida, se me hacia que estabamos aprendiendo los conocimientos básicos en la literatura, suponí que seria así por las primeras clases.

Mi propio existirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora