Esta Es Mi Tercera Vida

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En cuanto la batalla inicio los destellos de quienes pudieron sobre volar la zona y atacar desde el cielo, les hizo saber a los que se encontraban en el Muelle de Loto que la Secta Lan aún podía defenderse, algo que los anima un poco si no fuera por lo que estaba sucediendo a su alrededor.

Un mar de sangre rodeaba el campo de batalla al lado de la mansión Jiang dejando ver un cuerpo emanando un aura aterrador mientras entre sus brazos sostenía el inconsistente cuerpo del Segundo Maestro Lan.

Nadie se atrevía a acercarse a quien sollozaba fuertemente en medio de aquel sanguinario campo de batalla temiendo por un posible descontrol de ira por parte del menor que pudiera acabar con sus vidas, cuando las acciones y cosas vistas que hacia poco habían sucedido aún seguían pasaban por sus cabezas una y otra vez sin poderlo creer del todo como Wei WuXian seguía de pié con vida al manejar la energía Resentida con tanta intensidad, mientras iba mezclada con su energía espiritual.

Porque tras haber visto y escuchado como Wen Chao se atrevía a cortar la espalda del Segundo Maestro Lan, en cuanto se giró a ver al pequeño Wei Yuan, quien lloraba en brazos de ese anciano cultivador Wen, Wei WuXian perdió la poca cordura que podía mantener en ese momento.

Ver con sus propios ojos, sobre salir la sangre de la espalda de su amado por aquel devastador corte fue como recibir un golpe directo a su corazón, así como el desgarrador grito que Lan WangJi no pudo retener entre sus labios, los recuerdos del sufrimiento por el que tuvo que pasar y los tiempos difíciles carcomio la cabeza de Wei WuXian, por lo que la sed de venganza y el querer muerto a Wen Chao fue algo que no pudo evitar sentir y querer realizar.

Por lo tanto, dejando que la Energía Resentida dentro de su cuerpo se dispersa una vez más a su alrededor, el cuerpo de Wei WuXian sobre voló el suelo dejando ver como sus grisáceos ojos se volvían de un carmín tan intenso que asustaba a quien lo veía.

Esta vez Wei WuXian no se iba a controlar e iba a dejar salir todo el sufrimiento que guardaba dentro de su cuerpo con la única diferencia que esta vez era él quien controlaba sus propias acciones y uno una tercera persona en la oscuridad.

Aún no sabía que era tan osado en mantenerse en la oscuridad mientras liberaba aquella notas musicales que podrían hacerlos trastabillar y cometer el mismo error que en el pasado, pero lo que si sabía era que él era el Maestro de ese método de cultivo y nadie a excepción de él podía hacer uso de ello como se le diera la gana una vez que ya lo entendía y tenía claro tras años de estudios, así que esta vez nadie que quisiera hacerle perder la cabeza lo iba a lograr y para ello necesitaba ayuda, pero no la ayuda que anterior había obtenido de los Cultivadores a quienes quería salvarle la vida sino de sus amigos los muertos, aquellos quienes anhelaban masacrar y vengarse de todo cultivador que sirviera fielmente al Líder de Secta con apellido Wen.

Acciones de las cuales su pequeño Wei Yuan, como su amigo el Maestro Wen KeXing, no iba a sufrir a pesar de tener el mismo apellido o la misma sangre que corriera por sus venas, ya que no tenían absolutamente nada que ver con el profundo odio que habitaba en su corazón e iba a liberar en ese mismo instante.

— ¡¡¡AHHH!!! — soltando un fuerte y desgarrador grito, Wei WuXian pudo sentir como su cuerpo tembló y no por una posible desviación de Qi como muchos de sus aliados y enemigos pensaron que iba a tener, sino por el hecho de haber podido conectarse como nunca antes lo había hecho con todos esos muertos que pedían a gritos la muerte de los Wen como venganza.

Los desagradables gritos y las voces llenas de odio y rencor resonaron en los oídos de Wei WuXian, en súplica de su liberación, de su venganza, logrando que su cabeza se fuera a esos oscuros días cuando su cuerpo y alma se conectó a la energía Resentida por primera vez tras ser lanzado al acantilado de los Tumulos Funerarios por Wen Chao. Era un aterrador sentimiento que en su momento creyó iba a matarlo pero como en esa vida, Wei WuXian pudo resistir los gritos y el dolor que atravesaba su cuerpo por la conexión, logrando así que con unas solas pequeñas gotas de su sangre cayeran esparcidas por el suelo, provocará un fuerte temblor en la tierra bajo sus pies levantando todo aquel muerto que pudiera controlar.