Capítulo treinta y uno

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31 | CITA.

Have I told you lately, i'm grateful you're mine
(¿Te he dicho últimamente, que estoy agradecido de que seas mía?) -Nothing. Bruno Major.

Antes, podía jurar que no había algo peor que tener a Isaac detrás de mí, con un listado de instrucciones de lo que puedo, no debo y necesito hacer cuando aparezco públicamente con Mason.

Pero me equivoqué, sí que hay algo peor: no tener absolutamente nada de información.

Levi es un pésimo mensajero.

Me pongo nerviosa de tan solo pensar que quizás no estoy a la altura de las circunstancias, o que también puedo estar exagerando y voy demasiado arreglada.

—Estás pálida, respira Jude —Pide Nate a mi lado mientras pasa su credencial por el escáner del ascensor.

—Odio esto —murmuro con los labios temblorosos.

—Solo estás muy alterada —Nate sonríe y niega. Tomo aire hondo intentando calmar mis náuseas.

Las puertas del ascensor se cierran y comienza a subir. Observo mi reflejo en las puertas, el vestido es precioso, ya entiendo por qué Vanesa admira tanto a Cristina como diseñadora. Es liso, la tela satén color bronce se ajusta perfectamente a mi cuerpo, los finos tirantes se cruzan en la espalda dándole una mejor vista al escote. La caída del vestido es en diagonal, en la pierna derecha la tela está sostenida con un lazo, así que llega a la mitad de mi muslo, en el lado izquierdo la caída es normal, así que termina por encima de mi rodilla.

Mi maquillaje es natural. En mi peinado es un poco de lo mismo, decidí apostar por lo sutil.

Me preocupa un poco que antes, si me hubiese visto justo como estoy en este momento, me habría sentido imparable, espectacular, con la autoestima por los cielos, pero ahora estoy lejos de sentirme siquiera decente y no es que me sienta fea, solo que no me siento suficiente. ¿Qué me está pasando?

Cierro los ojos obligándome a no ir por ese camino. Casi podía escuchar la voz de Vanesa regañándome "No debes leer comentarios, la gente no es muy consciente del daño que las palabras pueden causar". Al parecer yo tampoco lo era, porque cuando me dijo eso, me reí, podía escucharme perfectamente respondiéndole: ¿Crees que me importa?

El sonido de las puertas abriéndose me devuelven al presente.

Nate sonríe dándome un pequeño apretón en el hombro.

—¿No vendrás? —pregunto al ver que no parece tener intención de bajar.

—Yo no cubro eventos Jude, ese es otro equipo.

Asiento avanzando con pesar. No hay voces ni ruido como en ocasiones anteriores en las que la gente del staff no paraba de correr de un lado a otro. Observo con confusión la hora de mi teléfono ¿Llegue tarde y ya se fueron?

—Te escuche desde... wow —Mason se detiene a mitad del pasillo para observarme. Sus ojos son lo primero que llaman mi atención. Jamás me acostumbraré a los bonitos colores de sus iris. Su mirada ardiente me recorre por completo.

La calidez de su sonrisa desvanece lentamente la inquietud que iniciaba a carcomerme.

Mis ojos pasan de su rostro a su esmoquin. El material se amolda a su cuerpo de la mejor manera, luce tan guapo como siempre, de manera majestuosa, con su ropa hecha perfectamente a su medida. Aunque su camisa blanca está un poco fuera de lugar, los primeros botones están abiertos dejando ver un poco de su pecho tatuado, el moño de su esmoquin está sin hacer, colgando en su cuello.

Perfecto Caos ✔ (Próximamente en Físico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora