¿una carta termino con un nuevo papá ? o ¿dos? (pausado)

Capítulo 4 : Hospitales y Hogar

Izuku estaba en estado de shock. Nunca antes había sido tratado tan bien por el personal del hospital. Y los de la sala de héroes fueron especialmente amables. Eraserhead dijo que era porque muchos de ellos tenían peculiaridades "débiles" y algunos tenían parientes sin peculiaridades. Él lloró ante eso, pensando que estaba muy solo en su grupo de edad. Ignoró firmemente los gritos de asombro cuando le quitaron la camisa, revelando algunos moretones y rasguños, y en su lugar observó con fascinación las peculiaridades que se usaban en él. Su cerebro se arremolinaba con ideas y parpadeó cuando quedó en silencio. Miró hacia arriba para ver a Hizashi sonriendo con orgullo y Eraserhead y el personal del hospital mirándolo en estado de shock.

     Palideció cuando aquel cuya peculiaridad estaba murmurando, una simple para estar seguro que causaba que el tejido cicatricial se ablandara, miró fijamente sus manos. Izuku solo se preguntaba, obviamente en voz alta, si la peculiaridad del hombre suavizaba algo más que el tejido cicatricial, o si también podría aplicarse a las articulaciones.

     "Soy tan s-sor-" fue lo que comenzó antes de que Eraserhead colocara su mano sobre su boca. El miembro del personal murmuraba para sí mismo y miraba a las otras personas en la sala antes de mirar al héroe profesional en la sala. El pelinegro lo miró un poco antes de suspirar y sentarse al lado del chico, indicando su rodilla derecha. La enfermera dio un paso adelante y activó su peculiaridad y Eraserhead respiró tranquilamente.

     Izuku observó de cerca cómo la rodilla del héroe se espasmó un poco antes de relajarse por completo. La enfermera y el héroe saltaron cuando Izuku comenzó otra tormenta de murmullos y el resto del personal dejó escapar una risa sorprendida. Izuku se sonrojó cuando la enfermera tomó sus manos y le agradeció. Sus ojos se posaron en Hizashi cuando la mirada del hombre se volvió un poco dura y su sonrisa cayó. Oh no, ¿hizo enojar al hombre?

     "Está bien, chico, he terminado con tu hombro, deberías ser bueno pero aún así tómatelo con calma". sonrió una de las voces femeninas detrás de él. Chilló en voz alta, sonrojándose cuando Hizashi se rió a carcajadas. La enfermera también se rió entre dientes, su cabello gris recogido hacia atrás elegantemente. Llevaba un uniforme azul suave, una etiqueta con el nombre que decía Iyashino Hikaru , con pequeños gatos chibi en múltiples poses. Izuku sintió que el héroe profesional se tensaba y... oh no, no escuchó al héroe profesional Eraserhead quejarse de los gatos chibi. Hizashi resopló y movió los dedos cuando el héroe profesional le gruñó suavemente.

     "D-papá no lo enemistes". Izuku murmuró, sonrojándose furiosamente cuando el villano rubio gimió y prácticamente lo derribó en un abrazo.

     “¡Oh, cómo he extrañado a mi querido niño! ¡No puedo esperar para consentirte ahora que llegué a casa!”. gritó el hombre rubio, sus manos enredándose en rizos verdes. Izuku se puso tenso rápidamente al ver las manos alcanzando su cabeza y cerró los ojos de golpe. Un pequeño gemido escapó antes de que pudiera evitarlo, y sintió dedos delgados pero fuertes acariciando su cabello. Pasaron unos segundos antes de que se quedara sin fuerzas por el afecto, pareciendo sorprender al hombre de ojos verdes que lo miró suavemente antes de lanzar una mirada de suficiencia al hombre cansado a su lado.

     Eraserhead solo miró estoicamente y eso puso nervioso a Izuku. Él... él sabía que Hizashi era un villano, pero el hombre lo había tratado con la amabilidad que solo había asociado con su madre. Por lo general, no se podía confiar en los adultos, especialmente en los maestros. Se llevó los dedos a los labios y murmuró lo más suavemente posible, mientras las lágrimas corrían lentamente por su rostro. Saltó cuando una mano diferente entró en su vista, las dos en su cabello se detuvieron. Observó la mano con cuidado, sabiendo que pertenecía a alguien que se suponía que debía protegerlo, pero también lo eran los demás. Un pulgar calloso se secó las lágrimas que quedaban.