𝖭𝗎𝖾𝗏𝖾

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Cuando el viernes llegó tanto Joel como Christopher estaban demasiado nerviosos.

Joel por su lado, llevaba sin tener una cita hace demasiado tiempo y tampoco había conectado con nadie como lo había hecho con el castaño. A veces pensaba que tal vez las cosas pasaron muy rápido, desde el beso hasta empezar a convivir tan pronto con Andel y acostumbrarlo a la constante presencia de su profesor, quién ahora no era visto como su profesor sino como algo más. Como la posible futura pareja de Joel y tal vez alguien a quien Andel empezaría a ver de manera distinta también.

Christopher, estaba nervioso porque Joel le gustaba demasiado, nunca había sentido esa atracción tan fuerte e intensa por alguien. Obviamente en el pasado había estado enamorado, pero ahora todo se sentía distinto y se sentía bien y correcto. También tenía el pensamiento de creer que iban muy rápido con todo pero, si era sincero, no quería perder el tiempo con Joel. Quería todo con él y aprovechar los mínimos detalles siempre.

No importaba que Joel tuviera un hijo y que este le dijera "mamá" al rizado, eso era hermoso y no le molestaría escuchar a aquel precioso y tierno niño, llamando a Joel en las mañanas de esa forma, por el resto de sus días. No le importaba si le decían exagerado por
imaginarse un futuro junto a ambos, algo dentro de él le decía que así sería y haría todo por hacerlos felices.

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Sara cuidaría a Andel hasta las diez u once de la noche, ya que tanto Joel como ella debían ir temprano a una reunión del trabajo.

Hace media hora ella había recogido a Andel y había molestado a Joel un poco diciéndole: "Si mañana llegas con cara de amargado al trabajo, ya sé que hoy no pasaron de besos y palabras dulces!". Joel simplemente la miró mal y se despidió de su hijo, el cual le deseo
suerte y le dejó saludos a Christopher.

Justo como Christopher había dicho, llegó al apartamento de Joel a las siete con treinta minutos de la noche y lucia perfecto, como siempre.

Llevaba una camisa verde con los los primeros botones abiertos, dejando ver su pecho. Un pantalón negro ajustado que lucia muy bien en sus largas piernas y unas botas café.

Joel quedó embobado viéndolo.

-Hola. -saludó el castaño, con una sonrisa. -Te ves hermoso.

Joel sonrió nervioso ante la mirada de Christopher. Lo estaba mirando de arriba a abajo, escaneando su vestuario.

Había decidido ponerse unos jeans, un poco anchos pero que se ajustaban en la parte de sus caderas y trasero. Una camiseta blanca básica con un suéter color rojo encima y unas vans. No sentía que fuese algo muy impresionante pero la mirada de Christopher lo hacía sentir como la persona más hermosa que había pisado la tierra.

-Gracias... Tú también te ves muy guapo.

Christopher sonrió y se inclinó hacia adelante para darle un rápido beso en los labios.

-Te traje flores. -dijo extendiendo un ramo de diferentes tipos de flores hacia el rizado. -No supe cuales eran tus favoritas y Andel me dijo que te gustaban todas las flores... Asi que te traje un poco de varias.

-En realidad, si tengo flores favoritas, pero eso no es algo que se dice en la primera cita un poco más romántica,-dijo sonriendo y oliendo las flores. -Gracias, me encantan y huelen delicioso. -Christopher le sonrió, mostrando uno de sus hoyuelos. -Las pondré en agua y ya
vuelvo.

Christopher asintió y se quedó esperándolo. No pudo evitar bajar la mirada hacia el trasero de Joel cuando este se dió la vuelta. Dios, en verdad quería seguir viendo y tocar ese trasero todos los días de su vida. Era perfecto. Todo Joel era perfecto.

-Listo. Podemos irnos. -ni siquiera se había dado cuenta de que Joel había regresado, estaba muy perdido pensando en el trasero y la perfección de su cita.

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Christopher había escogido un restaurante muy rústico y no tan elegante. Como hacía una linda noche, decidieron tomar una de las mesas al aire libre para su cena.

Ambos ordenaron y sus comidas no tardaron tanto en llegar.
Comieron entre risas y charlas.

Los dos aprovecharon para conocerse un poco más, se hicieron preguntas y se contaron varias anécdotas. Joel habló un poco sobre el padre de Andel y como Zabdiel y Erick siempre estuvieron muy presentes ayudándole a él y su mamá desde el quinto mes de
embarazo y luego de que el niño naciera también. Christopher le contó sobre su familia y el lugar en el que vivían, que no quedaba muy lejos de ahí. También le habló sobre Richard y todos los consejos poco efectivos que le dió cuando le contaba sobre Joel.

-Así que tú también hablabas de mí con tus amigos. -le dijo Joel sonriendo cuando acabó de contarle sobre el moreno.

Christopher se sintió nervioso.

-Algo así.

-Y todos creían que era yo el que actuaba como un acosador.

Ambos rieron y continuaron hablando un poco más mientras comían el postre.

Cuando la cuenta llegó, Joel insistió en pagar su parte pero Christopher le dijo "Es una cita y yo te invite. Yo pago y no pienso discutir eso." Joel después de eso no quiso decir nada más sobre la cena y le agradeció con un pequeño beso.

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Christopher llevó a Joel hasta su edificio para que él pudiera ir a recoger a Andel. Faltaban quince minutos para las diez cuando llegaron.

El castaño se ofreció a acompañarlo hasta su piso y cuando estaban en el ascensor no quisieron ni pudieron aguantar más y simplemente se besaron.

Al principio empezaron suave y solo moviendo los labios, pero perdieron un poco el control cuando Christopher apretó la cintura del rizado y lo atrajo más hacia él, sin que quedara ningún espacio entre ellos.

Sus labios se empezaron a mover más rápido y más desesperados, sus lenguas también tomaron parte del beso y las pequeñas mordidas que Christopher le daba en el labio inferior al otro sacándole pequeños jadeos no se hicieron esperar.

El ascensor se abrió y ambos se separaron, con labios rojos y respiraciones agitadas.

Joel le sonrió a Christopher antes de salir de ahí, este lo siguió y lo tomó de la cintura, caminando detrás de él y empezando a dejar suaves besos en la parte trasera de su cuello, haciéndolo estremecer.

Esos besos fueron una gran distracción para Joel al momento de intentar abrir la puerta de su apartamento.

Cuando por fin logró abrirla se giró para volver a besar a Christopher.

-Quieres entrar? -preguntó separándose del beso.

-Mm, no lo sé. -respondió Christopher, susurrando un poco. -¿Si tengo permitido hacer eso en la primera cita un poco más romántica?

Joel sonrió, enrrollando sus brazos al rededor del cuello de Christopher.

-Entra y lo averiguas.

Christopher volvió a sonreír antes de demandar sus labios de nuevo y entrar con Joel al apartamento y cerrando la puerta con uno de sus pies, sin detener el beso.

Ambos se dirigieron al sofá, con Joel quedando encima de Christopher para poder besarse.

Después de todo, aún tenían tiempo.






















Espero que les guste, lo subo a esta hora porque no puedo dormir, pero más tarde también subiré otro jsjsjsjs

Dedicado a cncowners321

-Jσss xx

The Teacher And ¿Mommy? «Virgato» Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora