Megumi, 8 años
Megumi no entendia que le veía su papá a la señorita Yoriko.
Para recapitular; habían pasado ya siete meses desde que se mudaron a Tokyo, no había sido nada fácil. Muchas veces notó a su papá refunfuñando para sí mismo, contando el poco dinero que le quedaba en sus manos sólo para sacudir la cabeza y decir: "esto no puede ser," y luego volver a contar el dinero.
El dinero era un gran problema, y Megumi se limitó a nunca pedirle nada a su papá. Cuando pasaban por Shibuya, Shinjuku, Harajuku, etc, Megumi miraba con asombro toda la cantidad de cosas hermosas e interesantes que lo rodeaban.
Observaba a otros niños y niñas hacer berrinche en medio de la calle llena de transeuntes cuando sus padres no le compraban algo, y aquello molestaba mucho a Megumi. ¿Acaso no entendían que el dinero era un lujo? Que niños más estúpidos, solo le causan más problemas a sus papás.
Hubo una ocasión donde Megumi le preguntó a su padre si podía tener un peluche en forma de un ave, pero Toji dijo que debía pensar en cosas más útiles. Por ejemplo, comida, ropa, cepillo de dientes, etc...
—Pero si de verdad lo quieres, puedo conseguirtelo —le dijo Toji después de una pausa.
Megumi frunció el ceño, porque la última vez que su padre le dijo eso, terminó robandole un perro a una niña y se lo entregó. Aquel día lo obligó a regresar el perro, era la primera vez que Megumi sintió furia hacía su papá.
—No, no lo quiero tanto —mintió Megumi. El peluche se veía muy suave.
Toji se encogió de hombros y siguieron caminando.
Así que ahora Megumi solo pregunta si puede comer un muffin de chocolate cada vez que pasan por afuera de una pasteleria. Toji nunca deja pasar la oportunidad de comer, en especial los muffins, porque no son tan caros. Sin embargo, las veces que su padre le dice que no, Megumi no insiste.
Pasaron siete meses desde que llegaron a Tokyo, y tres meses desde que su papá conoció a la señorita Yoriko.
Su papá había conocido aquella mujer en un bar, Megumi no sabía de que hablaron o que pasó aquella vez, pues Toji lo había dejado con una anciana caritativa que su padre había manipulado para que lo cuidase un rato.
Solo sabe que, de un día para otro, Toji y Megumi ahora vivían con ella.
Tenía una hija, se llamaba Tsumiki. Con una simple mirada, Megumi decidió que no le agradaba mucho, se veía muy... buena.
Tsumiki era una chica un tanto nerviosa, notó Megumi. Las primeras semanas de la llegada de los Fushiguros dejaron a Tsumiki muy tensa. Solía evitar a Toji a toda costa, y las veces que se topaban dejaban a Tsumiki temblorosa.
Megumi pensó que era rara, sabía que su papá tenía la apariencia de un criminal, pero nunca ha hecho nada malo. Bueno, ha robado, pero nada más que eso. Notó que su papá arqueaba una ceja cada vez que miraba a Tsumiki actuar de esa manera, pero nunca le decía nada. Sólo la ignoraba.
Tres semanas después, pareció relajarse un poco. Fue entonces que comenzó a hablar con Megumi, a invitarlo a jugar y conversar. Le enseñó sus cuentos y las pocas muñecas que tenía, e incluso comenzaron a hacer fuertes en la habitación de Tsumiki.
Megumi comenzó a agradarle más Tsumiki. Era una niña rara, perdonaba muy fácilmente y un tanto llorona. Pero, también era amable, cariñosa, muy atenta y mucho más risueña cuando estaba sola con él.
Se preguntó si todos los niños grandes actuaban de esa manera tan extraña, pues Tsumiki iba a cumplir 10 el próximo año. ¡Prácticamente ya iba a ser una adolescente!
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𝐅𝐚𝐝𝐢𝐧𝐠 𝐊𝐢𝐭𝐭𝐞𝐧 𝐒𝐲𝐧𝐝𝐫𝐨𝐦𝐞 [Sukuna y Yuuji AU GEMELOS]
FanfictionYuuji y Sukuna siempre han sido muy unidos, nadie puede separar a los gemelos del uno al otro. Sin embargo, a medida que crecen, Yuuji comienza a notar ciertos comportamientos entre Sukuna y él que no son normales entre hermanos. ¿Qué puede hacer pa...