¡Hey! ¡Vuelve! ¡Eso es mío!

Sí, es un OneShot.

―He Yu, tu hermano y tu madre ya están listos, ¿Puedes apresurarte? Tienes cinco minutos. ―

He Yu se acomodaba nuevamente la corbata negra y lisa, asegurándose que estuviese bien alineada a los botones de su camisa del color de la sangre. El traje del mismo color oscuro de la corbata se ceñía perfectamente a la deliciosa curvatura de su cintura y a sus rectas piernas. No contestó al reproche de su padre, simplemente volvió a pasar su mano sobre el cabello corto y peinado hacia atrás, la sonrisa que exhibía un pequeño par de colmillos blancos se curvaba dulcemente.

Cuando He Yu salió se veía increíblemente más imponente que el resto de su familia. Su padre, He Jiwei, no sabía qué castigo le había tenido que dar la vida para haber engendrado un alfa siendo un beta. Le costaba mirar a su hijo, era difícil para él tener esa presencia tan complicada haciendo todo lo que le placía y tenía que buscar cualquier método para que su hijo aceptara hacerse cargo de la farmacéutica. Lu Zhishu, la esposa de He Jiwei, también era una beta y He Yu sabía en su corazón que no era su madre. Aunque nunca había tenido esa conversación con ellos, He Yu siempre se sintió desplazado de esa familia y más aún cuando nació su pequeño hermano He Qi, un omega que requería mucha atención dado lo estúpido que en realidad era. Si mamá no estuviese para protegerlo, probablemente ya lo hubiese marcado un alfa aprovechado.

Pero todo esto no significaba que Jiwei no amase a su hijo, realmente lo adoraba, sólo no sabía cómo darle la cara con respecto a muchas cosas que ya le había ocultado y lo único que quería era asegurarse que todo el trabajo y el sacrificio que había hecho por su familia no fuese en vano. Así que se esforzaba diariamente en convencer a He Yu de tener interés en la Farmacéutica He, esperando que al heredarla tuviese por lo menos un poco de seguridad en su vida. Algo estable.

Pero He Yu era, además de un alfa, un completo enfermo mental. Catalogado como uno de los trastornos mentales más difíciles de tratar, He Yu padecía de un trastorno de la personalidad borderline. Sus afectos eran intensos, más aun tratándose de un alfa, por lo que cuando tenía un brote de psicosis era imparable. Podía asesinar a una persona en segundos si se lo descuidaba demasiado. Es por eso que He Jiwei estaba aún más preocupado por su hijo y por su propia vida, huyendo como un completo cobarde y trabajando duro, esperando que el dinero fuese suficiente para aplacar la ira de la bestia.

Al llegar al salón donde se daría la fiesta la mayoría de los invitados aún no llegaban. Sólo estaban algunos de los co-anfitriones pertenecientes al grupo He, así que tardó un poco en animarse la situación. He Yu saludaba con cortesía. Todos reconocían al heredero de la familia He como un alfa centrado, amable y con el aura de un imponente pero justo dragón. Su condición permanecía oculta detrás de la maravillosa máscara que He Yu estaba obligado a usar.

Cuando comenzaron a llegar los invitados la ansiedad del adolescente creció. De verdad quería ver a Xie Xue. Había sido su sueño conocerla desde que tenía ocho años y creía que era la persona más amable y talentosa del mundo. Incluso se inscribió a la carrera de coreografía para, en un futuro, trabajar junto a ella.

Cuando ella entró caminando sobre la pequeña pasarela de alfombra roja que pusieron en la entrada, el corazón de He Yu dio un vuelco. Era aún más hermosa en persona. Tenía un aura jovial y ligera, a pesar de ser una alfa también su presencia no intimidaba sino que transmitía una infinita seguridad. Vestía un vestido amarillo de cóctel con un escote a los hombros en forma de corazón y mangas de tres cuartos. Los tacones enteros, con lazos blancos y abiertos mostraban sus pequeños y delicados dedos y la piel de sus tobillos. En el tobillo derecho lucía una delgada cadena de plata con una estrella.

Era maravillosa, justo como esperaba. Sin embargo, algo dentro de He Yu se revolvió cuando se acercó un poco más, un olor a agua estéril invadió sus sentidos y comenzó a ser incómodo en su cuerpo. "¿Feromonas?" pensó, buscando al culpable que había venido en pleno ciclo. "¡¿No sabe a lo que se expone viniendo en celo a un lugar lleno de alfas?!" la incomodidad de He Yu crecía hasta hacerlo sentir mareado, tuvo que tomar un vaso de agua fría para relajarse.