.Mentiras. Tharry

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.Parque infantil.

"¿Me devuelves a Shiva, Ron?" Harry extendió su mano, con una expresión cansada a su amigo que, con un puchero, alejó aún más a la serpiente de él.

"No." Dijo rotundo, abrazando a la serpiente gris, que se enredó en sus cabellos pelirrojos.

Hermione río, mientras en su regazo dormía tranquilamente Kali, que era acariciada por Ginny.

Desde el momento en el que el había presentado ambas serpientes, todos los jóvenes de la casa se habían empeñado en secuestrarlas y acariciarlas son descanso.

Y ambos reptiles no podían estar más felices por eso.

Harry sufría porque eran sus familiares, no los de Ron o Hermione o Ginny o de los gemelos. Aunque en el fondo le parecía divertido él que la señora Weasley le temiera tanto a las serpientes.

(.)

Dejando atras a sus familiares traidores, Harry tomo su mochila y salio de la casa, con Shiva metido debajo de su manga.

Caminaba por las calles perdiendose entre el atardecer.

Tal vez no debió haber salido tan tarde, ups.

Llegó y, con cuidado, se sentó en los columpios, balanceándose levemente con Shiva quejándose mareado.

El aire chocaba contra su rostro, moviendo su rebelde cabello y haciendo que sus rizos saltarán por el movimiento, los últimos rayos del sol picaban contra su rostro e hizo que se le pusieran llorosos su ojos.

Escucho un suave sonido detrás de él y detuvo el columpio, su corazón bombeo peligrosamente haciendole creer que se saldría de su lugar en cualquier momento.

Una mano en su hombro lo hizo tomar la rápida decisión de sacar su varita y clavarla en el mentón del atacante.

Cayó del columpio, inmovilizado al agresor  contra el suelo, con Harry sentado sobre el y respirando pesadamente.

Lo primero que vio fueron ojos azules y supo quién era.

Theodore se quejó por el impacto y miro al chico frente suyo, que transpiraba un poco y lo aplastaba (en una zona inadecuada, quiso agregar) los ojos de Harry brillaron en reconocimiento y alejó un poco su varita.

"¿Que... Que haces aqui?" No lo culpen, cuando Theodore no se esperaba algo su cerebro solía fritarse, consecuencia de sobre planear las cosas, suponía.

Harry frunció el seño y, por un momento, pareció avergonzarse.

Theodore se fascinó en silencio al ver el el carmín que se esparcia en el rostro del chico.

Rápidamente, Harry se apartó, alejándose dos o tres metros antes de tropezar hacia atrás con el columpio, cayendo sobre su propio trasero.

"¡Mierda!" Theodore era muy consciente de que si dijera esa palabra frente a su padre le lavaria la boca con jabón.

"... Lenguaje" Quiso golpearse la cara con frustración por su impulso idiota de corregirlo, como siempre lo hacía con Pansy o Daphne cuando se enfadaban.

Harry lo miró con una mueca que no supo nombrar, mientras se acariciaba el trasero y quejaba, sus ojos brillaron en la estupefacción y, por un momento, Theo vio la diversión.

No podía ser más catastrófico.

Pobre Theo, no sabía lo que se vendría.

(.)

"Gracias por el helado" Theodore Murmuró.

Harry solo asintió, mirando por el escaparate.

Lo había jalado hacia el lugar, después de darse cuenta de que había ensuciado la ropa de Theodore.