•Mi salvación.

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Pilar: Perdón, pero no la entiendo (sonrió nerviosa)

Fernanda: No me entiende, o no quiere entender?

Pilar: De verdad, no se a que se refiere

Fernanda: Me refiero a que su hija, me pidió que las dejara vivir aquí en el hospital, porque esos golpes no se los hizo en la regadera, esos golpes se los dió su esposo, o me equivoco?

Pilar: No...(sintió un nudo formarse en su garganta) pero que puedo hacer yo?

Fernanda: Alzar la voz, denunciar!

Pilar: Claro, como si fuese tan fácil (rió sarcástica)

Fernanda: No lo es, pero yo las voy a ayudar, su hija apenas tiene 5 años y no tiene porque estar viviendo este tipo de situaciones y en cuanto a usted, me dejo de llamar Fernanda Montenegro, si ese hombre le vuelve a poner una mano encima

Pilar: El mundo necesita gente como usted

Fernanda: Gente como yo, osea desastres?(arqueó una ceja, señalando su poca formalidad)

Pilar: Si, desastres con buen corazón y las faldas bien puestas

Fernanda: Creo que lo que realmente necesita, es gente que esté consiente del valor que tiene, y se ame tanto, pero tanto, que no permita que le toquen un cabello jamás

Pilar: Me da un abrazo? Por favor

Fernanda: Los que desee (la abrazó delicadamente) no está sola Pilar, desde ahora me sumo a ese equipo que está dispuesto a todo por verla feliz

Pilar: Eres un desastre con hermosos sentimientos (se aferró a ella, rompiendo en llanto)

Fernanda: Que original mi apodo (cerró sus ojos embriagándose de su aroma) nunca me lo habían dicho (soltó una carcajada)

Pilar: La define muy bien

Fernanda: Ya lo creo, mañana saldremos juntas de aquí, al terminar mi turno paso por usted, se que no me conoce, pero no le queda de otra que confiar en mi, y créame que solo busco protegerlas

Pilar: No se porque nos cuida tanto, pero me inspira confianza

Fernanda: Que descanse (besó su mejilla) lo necesita

La noche pasó algo rápido para ese desastre de buenos sentimientos, que se paseaba por los corredores haciendo escala en esa habitación, dónde se encontraban esos dos seres que comenzaban a despertar en ella cierto cariño, uno muy especial y para nada conveniente hacia la dueña de aquellos ojos color esmeralda, que carecían de brillo, felicidad. A la hora pautada, les dió los buenos días, y las subió en aquel vehículo que tenía un solo destino "la felicidad", Pilar observaba cada gesto de esa alocada profesional, se deleitaba con esa angelical voz que le hacía el camino más ameno, entre canciones, risas y bromas de su pequeño pedacito de vida; Mónica quien aún seguía bastante enojada, fue avisada del paradero de Pilar y Valen...

Fernanda: Ya están en su habitación

Nora: Espero que descansen, como te fue?

Fernanda: Lo necesitan, bien aunque un poco mal por ellas, Pilar ha sufrido mucho Nora, si vieras como trae su abdomen(suspiró)

Nora: Que le sucede? Se ve tan buena persona

Fernanda: Lo es, su marido la golpea, no se cómo tiene corazón para herir a una mujer tan hermosa, y tan especial como Pilar, no lo sé, ver sus ojitos llenos de lágrimas, parte el alma, ese hombre es un degenerado

Nora: Dime algo Fer, a ti te gusta Pilar?

Fernanda: Obvio no, además apenas la conozco (jugaba con la agarradera de su tasa de café)

Nora: La manera en que la describes, te contradice y ya deja la tasa que la vas a tirar

Fernanda: Ay ya Nora, ya! Va a venir Mónica la amiga de Pilar, ella te mostrará su identificación cuando llegue, me voy a bañar

Nora: Si tranquila, yo recibo a la amiga de mi cuñada, tú báñate sin preocupaciones

Fernanda: Estúpida (riendo) ya no molestes

Unos minutos más tarde Mónica con todas las precauciones llegó, seguía bastante enojada con Pilar, pero no por eso le dejó de darle un fuerte abrazo, en el que la vulnerabilidad se apoderó de ambas, la peque se encontraba en la cocina haciendo galletas con su "tía Nora", así la había bautizado, y es que esa mujer poseía una dulzura y un amor único para dirigirse a los demás, sin dudas era como su hermana, sabía ganarse el corazón de todo el que se cruzara en su vida

Mónica: Anoche Armando fue a buscarte, estaba muy enojado, por favor no salgas de aquí, tienes que mantenerte a salvo

Pilar: Creo que lo peor que hice es esto, si me encuentra me va a matar

Mónica: Cállate, ni lo digas

Pilar: Tengo miedo, mucho

Mónica: Aquí estás segura, solo debes permanecer dentro de la casa, y hacer caso en todo a Fer

Pilar: No te preocupes, lo haré

Mónica: No voy a poder venir a verte seguido, no quiero arriesgarme a qué ese sinvergüenza me siga y de con ustedes, además creo que ya hay planes para sacarlas del país

Pilar: Esto es una locura

Mónica: Ya estás metida en ellas y es hasta el final Pilar, no se te ocurra hacer una tontería

Pilar: Está bien, pero ya no me digas Pilar

Mónica: Así te llamas

Pilar: Vas a seguir enojada?

Mónica: Tengo que irme (besó su frente) por favor cuídate mucho, y cuida a Valen

Pilar: Moni...

Mónica: Nos vemos pronto

¿Irse del país? Eso jamás paso por la mente de la rubia, y tampoco estaba enterada, se dirigió a la recámara de Fer, necesitaba hablar con ella, saber que estaba sucediendo, guiada por su dulce voz, y el rastro de las prendas que abandonaron el escultural cuerpo, llegó hacia el baño, dónde aquella desnuda tez extremadamente blanca, era cubierta por gotas de agua, y espuma, quedó hipnotizada, intentaba apartar la mirada, consiguiendo únicamente memorizar cada rincón de ese cuerpo, uno que provocó una sensación rara, que hacía años no experimentaba...


Mi Amor EternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora