Imposible (Itanaru)

Capítulo 6

Al día siguiente el pequeño iba bastante callado, de repente sonreía y hacía muecas, sus acompañantes lo veían con extrañeza -¿te sientes bien Naruto-kun? tus llamas de la juventud vienen bastante apagadas, si gustas podemos entrenar un poco - el rubio vio con sorpresa al sensei, negó bastante rápido - estoy bien súper cejotas sensei, sólo estoy pensando un poco, no se preocupe - el pequeño sonrió agradecido. Los adultos se tranquilizaron al verlo más relajado- tal vez debas guardar silencio o pensarán que estás loco -Itachi sonrió divertido - oh cállate ttebayo -el Uchiha vio su puchero, sonrió ligero - estiró su mano, con sus dedos apretó un poco sus labios que formaban el puchero -pareces un pollo, rubio y con el pico parado- Naruto apretó sus labios reprimiendo una risa - ya verás cuando tengas cuerpo ttebayo- Itachi lo vio ofendido -mientras tanto comeré dangos en el siguiente poblado para que se te quite - el azabache entrecerró sus ojos- no te atreverías- Naruto sonrió divertido -pruébame ttebayo - ambos se sonrojaron en extremo por el comentario, girando su rostro hacia el otro lado.

Itachi rozó un poco su mano con la de él sin darse cuenta, ambos sintieron como si una descarga eléctrica los hubiera invadido, giró su rostro para ver el del rubio, sonrió satisfecho, Naruto tenía bronceado tenía un evidente color rojo en sus mejillas. Itachi tomó un poco de valor, con su dedo meñique tomó el del pequeño, continuaron caminando sin soltarse. Naruto sonrió feliz de sentirlo de esa manera, se dejó hacer sin oponer resistencia, se sentía como si siempre debió ser así. El resto del viaje continuaron tomados de las manos de la misma forma.

Fue toda una aventura llegar a la isla paradisíaca, pasaron por distintos poblados, en uno de ellos había un sujeto que se hacía pasar por Naruto. Itachi tapaba su boca para evitar soltar una carcajada al igual que el resto, el pequeño estaba ofendido, quería golpearlo, pero se vería mal golpear a la nada, cuando salieron del lugar lo primero que hizo fue comprarse un paquete grande de dangos y disfrutarlos al máximo. Un molesto y agraviado Itachi sólo lo podía ver y tragar saliva del antojo, no le dirigió la palabra hasta que zarparon en el barco camino a la isla. Ambos se habían metido en el camarote del pequeño, el rubio se acercó invadiendo su espacio personal -¿sigues molesto conmigo?- el pequeño bajó su voz un poco.

Itachi no lo veía- con sus manos Naruto jaló su rostro un poco para que lo viera…- ¿no quieres que te hable? ttebayo- Itachi abrió sus ojos con precaución cuando lo vio tan cerca que se sonrojó bastante- te perdono- Naruto lo vio ofendido, jaló de su rostro para tenerlo a la altura- el que te perdona soy yo engreído- Itachi sonrió divertido por su berrinche.

-Bien, gracias por perdonarme, pero quiero algo a cambio para hacer las paces- el rubio lo vio con interés- ¿qué es lo que quieres ttebayo?- Itachi lo veía con sus ojos penetrantes, lamió su labios con ansiedad- cierra tus ojos- el pequeño lo vio con cuidado, lo soltó lentamente, cerró los ojos con calma confiando completamente en el mayor- Itachi bajó un poco su rostro, se acercó al del rubio, el pequeño sintió esa acción, la piel se le erizó, lamió sus labios con necesidad, esa acción emocionó al Uchiha, con un poco más de seguridad acercó más su rostro al del pequeño, las facciones del rubio se le hacían hermosas, no le importaba nada más que besar los labios del chico frente a él, rozó sus labios con los del rubio, terminó por plantar un beso delicado sobre sus esponjosos labios.

Naruto se sonrojó bastante, abrió sus ojos observando el rostro del mayor, volvió a cerrar sus ojos disfrutando de su contacto, se sentía como una pequeña descarga en sus labios, su piel fría, aunque eso no le importaba, lo único que quería, era sentirlo, sus labios se separaron del pequeño toque.

Itachi lo veía a los ojos queriendo leer sus pensamientos- ¿te molestó que te besara? -Naruto negó con calma, su rostro sonrojado podía observarse - yo deseaba que lo hicieras - Itachi sonrió ligero con cariño, con su mano acarició su rostro - sé que está mal que te vea de otra forma que no sea la amistad que me ofreciste, pero enserio me gustas mucho, no sé ni siquiera si estoy vivo o muerto, pero- el Uchiha mordía sus labios con miedo, el pequeño tomó su rostro con sus manos para que lo viera a los ojos - lo estás, sé que estás vivo, cuando te encuentre estaremos juntos los dos - el pequeño lo abrazó con amor dejándose mimar por el mayor -¿y si estoy muerto?- Naruto negó en su pecho- no lo estás-

Itachi frunció el ceño- Naruto, debemos ser realistas ¿y si estoy muerto?- el rubio mordió sus labios con miedo, lágrimas salían de sus ojos negando - no lo estás y si llegases a estar, buscaré la manera de revivirte, no me importa lo que deba pasar para conseguirlo - Itachi negó - entiende por… - el rubio lo besó con desesperación. Itachi se había sorprendido, pero recibió el besó con agrado. Cuando se separaron el pequeño respiraba agitado aún negando- no me importa nada, quiero estar a tu lado y no quiero escuchar teorías negativas, ya te dije que es lo que haré, no cambiaré de opinión- el Uchiha sonrió ante su determinación y sus palabras.

Itachi quería escuchar el porqué de su determinación, mordió su mejilla, se animó a preguntar- ¿por qué?- Naruto se hizo bolita en sus brazos, escondió su rostro en el pecho frío del mayor -porque- susurro suavemente tomando valor- te amo ttebayo -Itachi abrió los ojos con sorpresa, lo abrazó con fuerza en su pecho levantándolo un poco en puntitas, escondió su rostro en su cabello absorbiendo su aroma a vainilla que lo tenía hipnotizado- también te amo pequeño- Itachi no creyó que podría volver a enamorarse de esa manera, llevaba semanas sin pensar en Shisui de ninguna forma. En el escaso tiempo que había estado con el pequeño, se dio cuenta que el amor platónico hacia su ex amigo había mermado de una manera rápida e impresionante, en cambio cada vez que veía a Naruto, su pecho se estremecía, esa era la única señal de que en verdad podría estar con vida, le gustaba demasiado, se divertía como nunca lo había hecho, platicaban horas sin aburrirse, aunque a veces discutían por tonterías, de inmediato se reconciliaban, a su lado se siente por primera vivo, aunque estuviera muerto o semimuerto, una gran contradicción, sólo esperaba que su cuerpo siga con vida, pedía diariamente desde que se dio cuenta de sus sentimientos, poder regresar para estar a lado del pequeño.