𝓢𝓲𝓮𝓶𝓹𝓻𝓮 𝓗𝓮𝓶𝓸𝓼 𝓢𝓲𝓭𝓸 𝓣ú 𝓨 𝓨𝓸 [ 𝓒𝓱𝓲𝓹 𝔁 𝓓𝓪𝓵𝓮 ]

Three.

—No te diré nada. 

—Si así lo quieres.. —murmuró la pequeña figura llevando su mano izquierda hasta su cintura para sostener una empuñadura y desenvainar poco a poco su espada. Se pudo escuchar el característico sonido del metal rozando con la vaina. Blandió la espada hacía Dale, rasguñando su mejilla—. ¿Sabes? Cualquier cosa que te pase aquí dentro sucederá allá afuera. Si te asesino ahora mismo no habría ninguna prueba para inculparme. Nadie sospecharía de un niño de ocho años.

Dale no estaba dispuesto a vender a su mejor amigo si sabía que eso le costaría la vida. Le aterraba que esa pequeña criatura fuera capaz de asesinarlo y quería creer que podía ser capaz de encontrar una manera de escapar ileso. Aunque no sabía dónde podría ir.

—La policía te atrapará tarde o temprano.

—No lo creo —musitó el encapuchado deslizando su dedo índice por el filo de la espada, acariciándola—. Me hubieran atrapado hace mucho, créeme.

—¿Por qué haces esto?

—Necesito el dinero —se encogió de hombros—. Y me pagan muy bien.

—¡Podemos pagarte más! ¿Cuánto dinero necesitas?

Intentó convencerlo de que podrían pagar a pesar de no tener el dinero. Pedirán a alguien ayuda, no importaba, pero sería una gran salida.

—No. Mi cliente paga bien, además me tiene varios trabajos.

El pequeño niño avanzaba lentamente hasta él, con su espada en alto sosteniéndola firmemente como amenaza. 

—Por favor, podemos hablarlo.

—No lo creo. Además, yo ya he hablado lo suficiente contigo.

—Ni siquiera te conozco.

—¿No me recuerdas? —preguntó con tono lastimero, como si de verdad le doliera este hecho. Cuando Dale negó, retiró la máscara de su rostro.

La expresión de sorpresa en la caricatura estaba más que justificada, lo recordaba perfectamente.

—Pero.. 

Dale retrocedía cada paso que el contrario daba para mantener su distancia como precaución. Pudo notar cómo el chico se detenía de repente, sin decir nada. Miró confundido y pudo escuchar pequeños murmullos que provenían de todos lados, como la primera vez que escuchó la voz de "Hollow".

También se hizo presente el sonido de una puerta abriéndose.

—¡Oye! —exclamó un eco, a lo lejos, de alguien que no podía identificar del todo.

El niño desapareció de su vista junto con los sonidos extraños que alcanzaba a captar con sus orejitas, y todo se volvió negro de nuevo.

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