Capitulo 10 Un domingo de descanso?

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El domingo llegó.

En ésta ocasión Denise despertó tranquilamente sin la intervención de nadie para ello.

Se sentó sobre la orilla de su cama a contemplar la existencia misma en un zapato, al darse cuenta de los ruidos provenientes del piso de abajo cayó en cuenta de que probablemente ya fuera algo tarde así que se levantó y se preparó para iniciar su día.

Una vez abajo vio a Sarah terminando de hacer el desayuno así que se apuró a acomodar la mesa mientras la saludaba.

—¿Y qué harás hoy? —preguntó Sarah mientras desayunaban— ¿Hiciste planes?

—No en realidad, fue una semana de muchas emociones, no me haría mal no hacer "algo" hoy.

Sarah rio, estaba segura de ya haber escuchado algo parecido en días anteriores.

—Bueno, seguro ya tendrás tiempo para aventuras más tarde.

El desayuno continúo con tranquilidad. Terminando Denise levantó la mesa y empezó a lavar los trastes utilizados.

No había ni pensado en la noche anterior.

No hasta ahora.

Ella estaba concentrada en el vaso que estaba lavando cuando en un flasheo llegó a su mente la chica que un día antes había estado bailando y tocando, inconscientemente una sonrisa se formó en sus labios.

Automáticamente se dio cuenta y paró su recuerdo así como su sonrisa, miró a su alrededor y no vio a Sarah, continúo con su vaso y al enjuagarlo el agua recorrió sus manos así como el mismo recuerdo del día pasado.

No pasaría nada, nadie la miraba —y esperaba no pudieran escuchar su imaginación—.

Se dio permiso así misma para seguir pensando en ella; analizar que era eso raro que la recorría.

Tuvo una increíble charla consigo misma digna de un psiquiatra pero la voz de la razón era opacada por la negación en la que se encontraba.

Da igual.

Solo le gustaba lo que tocó, o bueno, su sonrisa al tocar, bueno...

Su sonrisa. Obligatoriamente repasó para si misma cada una de las veces que Mirabel había sonreído en su presencia —ni siquiera ella sabía que tenía una lista—.

Mientras Denise lavó los platos —y se autoterapiaba— Sarah escuchó que alguien llamó a la puerta.

—Buenos días —se escucharon varias voces al unísono—.

—Buenos días.

—¿Está aquí Denise?

—Sí, creí que no había hecho planes para hoy.

—Sí, bueno, éste pequeño es todo un caballero y quiso invitar a jugar también a la señorita —habló el Madrigal dándole palmadas suaves a el menor—.

—Ya veo, yo le hablo.

Sarah rio al ver que su intuición era correcta, las aventuras no esperan a que estés bien descansado.

—Cariño, cambio de planes.

Denise estaba acomodando el último plato en la alacena al escucharla, no comprendió al inicio pero pensó que quizás Sarah quisiera hacer algo por la sonrisa de su rostro.

—Te buscan en la entrada —terminó Sarah al ver la confusión de la menor—.

Denise se acercó a la entrada y lo primero que vio fue al chico jugueteando con varios niños, de los cuales solo podía distinguir a un par.

Sólo tú y nada más(encantó)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora