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Una larga delgada y cristalina gota de sudor recorrió todo el rostro pálido que por el momento ya no lo era. Su respiración irregular y aquel bulto muy notorio sobre su entrepierna sólo podía significar una sola cosa, había soñado nuevamente con aquel chico de piel canela. Era tan real, podía sentir su suave piel sobre las yemas de los dedos, su respiración sobre su oído y sus súplicas de que no parara, su cuerpo temblando debajo de él, el sabor de sus labios, su pene muy bien envuelto sobre su apretado, delicioso y caliente agujero, los sonidos obscenos que se lograba reproducir por el choque de ambos cuerpos. Trago saliva con dificultad al comenzar a repetir en su cabeza aquellas escenas subidas de tono, su garganta se sentía seca. Llevo una de sus manos a su rostro, no podía seguir con esto, no estaba bien, lo había soñado casi un mes entero de esa forma y gracias a que su precioso hermano que se lo había presentado en esa reunión. Sabía perfectamente que tenía pareja y con eso daba por confirmado que el muchacho es heterosexual, pero era inevitable no fantasear con él, poder besar cada maldito rincón de su preciosa piel, poder escuchar sus gritos pidiendo por más.

Se levantó de la cama con frustración y cansancio, nuevamente tenía que arreglar su problema de erección o no estará tranquilo en todo el día. Fue directamente al baño. Antes de comenzar se lavó la cara, cerró el grifo y levantó su mirada hacia el espejo, sus mejillas estaban rojizas, mordió su labio inferior mientras su miembro latía en busca de atención. Busco en uno de los cajones del mueble de baño un bote de lubricante, y se alejó del espejo para después bajar su pantalón de pijama, cerró los ojos imaginando al muchacho. Aquel sueño seguía muy presente en su mente, cada escena lo excitaba con facilidad. Tomó su pene duro y comenzó a masajearlo lentamente desde el inicio hasta el glande y se detuvo acariciando la punta con su dedo pulgar, con rapidez destapó el lubricante y esparció un poco sobre su miembro sintiendo la frialdad del líquido erizando su piel, dejó inmediatamente el bote sobre el piso. Al sentir la suavidad del líquido lo hizo soltar un gemido ronco, su mente dibujó al chico sobre la cama completamente desnudo mientras esté lo penetraba con fuerza, sin más apresuró sus movimientos de arriba hacia abajo, su pene estaba tan caliente sintiendo las pequeñas venas que se asomaban. Echo su cabeza hacia atrás gimiendo el nombre del chico, su respiración era incontrolable, en ocasiones jugueteaba con la punta de su pene imaginando que era aquel que lo hacía. Se sentía jodidamente bien que no quería parar de masturbarse, volvió al movimiento lento, su lengua relamía sus labios con suavidad. Imaginaba como él pasaba su lengua por su pene envolviéndolo por el mismo, llevándosela a su caliente boca y jodiendola tan bien. Eso faltaba para que se corriera descaradamente, gimió tan fuerte que se lograba descifrar como un grito, lo bueno de todo es que vivía solo así no tendría que dar alguna explicación. Cuando termino, dejo salir un suspiro y se dispuso a tomar un baño.

...

No sabía del porque se sentía tan cansado, era como si nunca durmiera. Claro que había una razón del porque no lograba descansar pero no quería admitirlo, pasaba todas las noches pensándolo, incluso parecía adolescente masturbandose fantaseando con aquel chico.

Se removió de su asiento incómodo y llevando uno de sus manos a su rostro, necesitaba un café sí o sí o se quedaría durmiendo en el escritorio, decidió levantarse él mismo para comprar el dichoso café necesitaba despejar su mente un momento. Estando en la cafetería ordeno un americano, mientras esperaba sintió como una mano se colocó sobre su hombro haciéndolo saltar del susto.

—Eres un grandísimo idiota, me asustaste.— Namjoon soltó una carcajada llevando sus manos a su estómago al ver la reacción de su mejor amigo, este le dio un golpe en el hombro algo molesto.

—Hubieras visto tu cara, Yoongi, fue tan graciosa.— logró calmarse recargándose sobre el mostrador, Yoongi tomó su café dejando el dinero en el antes mencionado mirando aún enojado al moreno.

Dreams | Yoonseok. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora