Londres, enero de 1892
Lord Vause, duque de Herby estaba aguardando expectante la reacción de su hija primogénita Alex, respecto al plan de matrimonio propuesto. El silencio que reinaba en el salón de la magnífica mansión no hacía presagiar nada bueno. El duque era un hombre de facciones duras, pero porte distinguido. No era tan alto como su hija ni tan joven, obviamente, pero, aun así, se descubría que en su juventud había sido un hombre muy activo y de gran personalidad.
Tenía frente a sí a su hija mayor, su primogénita, su orgullo y la culpable también de todos sus quebraderos de cabeza. Su hija le recordaba a sí mismo cuando tenía su edad. También él a los veintisiete años había sido un joven alocado, pero en ningún momento había llegado a los límites en los que, con gran pesar admitía, había terminado su hija mayor.
Alex, su hija, era una mujer alta, de gran complexión y muy atractiva, pero había nacido diferente a las mujeres, ella nació con genitales masculinos, él y su esposa tenían el temor de que su hija hubiera sido vista como un fenómeno, afortunadamente no fue así, pues el carácter de Alex impidió que las personas la hicieran menos, al contrario, se gano el respeto de todos los que conocía. Ahora el problema que tenía con Alex respecto con sus genitales era que por ella corría una vena de mujeriega, además el gran ímpetu que poseía habían hecho de ella una mujer con el don y la fama de llevarse a su cama a cuanta mujer se pusiera a su vista, y al campo del honor a cuanto hombre se interpusiera en su camino.
Sí, decididamente había llegado el momento de que sentara la cabeza, de que se casara con una bonita mujer y de carácter dócil, que aguantara su temperamento sin rechistar. Por uno momento pensó que lo que necesitaba su hija era una mujer con un temperamento tan fuerte y determinante como el de ella. Eso sí que le encantaría presenciarlo. Una diablesa por nuera.
Lord Vause no estaba muy seguro sobre qué tipo de mujer sería esa tal Piper, en realidad no sabía si se parecía a su madre, mujer a la que vio una sola vez, pero de la que quedó totalmente hechizado pues vio en ella una gran fuerza de voluntad al imponerse a su propia boda. Recordaba claramente el rostro de su padre cuando los padres de Carol vinieron a comunicarle que su hija no podía casarse con Lee porque ya se había casado, y la alegría que sintió resultó indescriptible porque estaba enamorado de otra mujer, y ahora podía pedirle que aceptara ser su esposa aún sin ser de cuna aristocrática pues la amaba con todo su corazón. No es que Lee no se sintiese atraído por una belleza tan deslumbrante como la de Carol, pero prefería como esposa a alguien más suave de carácter. Lord Vause esperaba de todo corazón que su hija aceptara por las buenas, o tendría que hacerlo por las malas.
—¿Y bien? —preguntó lord Vause con voz queda—. ¿No sabes qué contestar? —miró a su hija con expresión ceñuda pero no supo adivinar lo que pasaba por su cabeza—. ¡Estoy esperando! —dijo casi gritando ante el total mutismo de su hija.
La joven volvió el rostro hacia su padre y con una sonrisa burlona dibujada en sus labios dijo muy claramente lo que creía.
—No pienso casarme con ella. No sé quién es esa tal Pipere, Piper como demonios sea que se llame, y no voy a hacerlo porque no estoy dispuesta a que esa americana, que seguramente será enana, fea, gorda, de pelo como el esparto, y de un color indescifrable se meta en mi cama y me vea obligada a hacerle el amor para dejarla embarazada porque usted... —dijo perdiendo la poca paciencia que tenía—, necesite descendencia. Lo siento pero no estoy tan desesperada, y usted seguramente podría haberme encontrado a otra menos..¡menos fría!
—¡Maldita sea, que vas a casarte!
—Padre, —continuó—, no me obligue a desposar a esa deseosa de un título por el simple hecho de que usted no haya podido poseer a la madre. Usted no puede ser tan cruel. Ciertamente esa mujer deberá irse por el mismo camino por donde venga sino quiere ser despreciada públicamente, porque créame, eso precisamente haré en la primera oportunidad que se me presente. Reírme de ella delante de todos y en su propia cara si me veo obligada a casarme — Lord Vause no daba crédito a lo que oía—. Le comunico que no la acepto, y no lo hago porque pienso pedir en matrimonio a la hija de mi coronel.
ESTÁS LEYENDO
🔱 MY LADY 🔱 G!P
FanfictionAlex Pearl Vause, es la libertina más perversamente posesiva y seductora de Londres, y es la heredera del ducado de Herby, pero su poderoso rango viene acompañado de una responsabilidad que ella no desea: la de contraer matrimonio con una extranjera...